Destino: Tresali y Granda
Estos últimos días, me acuerdo mucho de vosotros, de los dos, lo cual no tiene nada de particular. Ya que son fechas de recordar; hace un tiempo bastante corto que os fuisteis de aquí, dejando vuestra esencia, la cual siempre impregnará el aire que nos rodea.
Tú, don Boni, te marchaste el primero, siempre con prisa, apurao por "llegar a tiempo y que no te quitaran el sitio tuyo".
Tú, güelito Manolo, decidiste esperar un poco más, pudimos disfrutar un poquitín más de ti, de la sonrisa que se dibujaba en tu cara al vernos, de tus caricias siempre cariñosas...
De todas formas, los que aquí quedamos tenemos la teoría de que hablando sin hablar acordasteis marchar los dos para allá, porque bien somos conocedores de vuestra buena relación, llena de peripecias antaño y preocupación mutua según fueron pasando los años.
Os imagino tantas veces allá, donde quiera que estéis, llenando el ambiente con aroma a puro mezclado con olor a clavelinas e intercambiando palabras sarcásticas mientras tomáis un chupito, una cervecina o una sidra recién mayada, y contempláis el crecimiento de la huerta, que seguro que ya tenéis allí plantada, pues era una afición que compartíais en vida, y vigilando de cuando en cuando lo que hacemos los que quedamos por aquí; siguiendo el camino que nos marcasteis, intentando hacer las cosas de la mejor forma posible.
Os fuisteis los dos en fechas señaladas, difíciles de olvidar, aunque quisiéramos. Pero vuestro recuerdo no sólo viene a mí esos días concretos: cada vez que miro al cielo pienso en vosotros, en que estaréis pendientes de lo que hago, y me pregunto si os sentiréis orgullosos de mi evolución.
Cada vez que llueve fuertemente, me acuerdo de ti, Boni, de aquello que me dijiste una vez: "Sabelona, ye muy guapo ver cómo fuera ta lloviendo mientras nosotros tamos aquí dentro la mar de a gusto"; después, cuando para, pienso que tú estarías muy contento, Manolo, pues gracias a ti aprendí, ya desde bien pequeña, que lluvia intensa seguida de días de sol era algo muy bueno para la huerta.
Vuestra imagen y buenos consejos me acompañarán siempre e intentaré hacer las cosas de la mejor manera que pueda, para evitar entristeceros por algo.
Una nieta reflexiva que os echa mucho de menos.
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