Destrezas

22 de Agosto del 2016 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

Un importante hombre alemán fue interpelado por un español sobre la austeridad que Alemania había impuesto a los países del sur de Europa, a lo que el interpelado se dice que respondió: "Que aprendan a fabricar coches como los alemanes". De obvio: no deberían ni decírnoslo.

Los anuncios de automóviles alemanes, cuyo coste se carga al producto y repercute sobre el consumidor, provocan tal decepción entre las personas por no ser ellas las protagonistas del anuncio y no poder conducir por parajes de ensueño un vehículo que se deja seducir, descubriendo así el placer de la conducción, que esas personas no pueden menos que pedir un crédito a su banco para comprar uno y no ser menos que otras personas. Ocurre, entonces, que el banco les concede el crédito, ya que el mismo banco ha obtenido crédito de los bancos alemanes. Conclusión: debemos aprender a fabricar coches como los alemanes y a venderlos de igual forma. No culpen al sistema por ello, pues ningún sistema es responsable de nuestras decisiones, sólo nuestra falta sistemática de aprendizaje para conducir y reconducir el sistema.

Recuerdo cómo, durante décadas, recibíamos cuantiosos fondos para formación, y recuerdo lo que me sorprendió aquel primer curso de Francés de los "fondos de formación del Naval"; también recuerdo la sorpresa de la profesora de Francés al ver tan educados y correctos a sus alumnos: aguerridos luchadores por el naval. Tras las batallas, no se fabricaban automóviles en el Natahoyo, ni tan siquiera motos ya. Pero, eso sí, se intentó hablar en francés.

"La Universidad de Oviedo se queda fuera (y van trece años) de la selección de las 500 mejores universidades del mundo". Nunca he comprendido el desprecio por las destrezas cognitivas, porque: entre los conocimientos y las destrezas prácticas, siempre han estado ellas allí. Pero parece ser que aquí ni existen ni las queremos. Se ha exaltado al minero picador, mientras las rozadoras llegaban con mineros checos o polacos incorporados. Nadie intente enseñar destrezas cognitivas en este país sin corregir lo que fue dicho hace tiempo (sic). "Eso está bien para mis hijos, pero no para mis trabajadores". Ahora, las estimadas destrezas prácticas son realizadas por "la máquina" que, una vez comprada, debe ser amortizada rápidamente. No es ningún secreto que se venden iguales para todo el mundo y para la competencia también. Luego, para amortizar "la máquina" hay que saber no sólo el "cómo" programarla (al fin y al cabo, una destreza práctica más), sino el "qué" debemos programar para que nos fabrique un producto competitivo capaz de, al ser anunciado, provocar la decepción que le lleva al deseo al consumidor. Las destrezas cognitivas son, pues, ese diagrama de flujo cognitivo que, programado, permite a los robots fabricar automóviles. En una categorización, las destrezas cognitivas estarían situadas entre los conocimientos y las destrezas prácticas; ahora bien, en este país, en lugar de desarrollar una campana de Gauss normal, con el máximo en las destrezas cognitivas, desarrollamos una campana de Gauss invertida, encumbrando los conocimientos y las destrezas prácticas y hundiendo en un gran valle de mínimos las destrezas cognitivas propias de los posgrados. Siniestra perspectiva formativa es ésta, pero nada que, diestramente, no se pueda reconducir, para conducir luego con naturalidad por el paraíso.

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