La ría de Pravia: pasado, presente y futuro

A la ría de Pravia confluyen para su llegada al mar los ríos Nalón y Narcea, que, con sus afluentes, alcanzaban en la antigüedad a lo largo de sus orillas a recorrer, a pie o sobre cabalgaduras, la mayor parte de la zona central de Asturias. Esta situación la determinó como un lugar predominante, donde se desarrollaron importantes acontecimientos desde la Prehistoria hasta bien avanzada la Edad Media. Se encuentra comprendida dentro de los actuales concejos de Muros de Nalón, Soto del Barco y Pravia, que, antes del año 1836, formaban un solo concejo, junto a Cudillero. En la actualidad, sigue manteniendo el nombre geográfico de ría de Pravia que se le había asignado antes de esos años.

Su configuración no era igual a la que actualmente contemplamos. Durante los primeros siglos de nuestra era, no existían los embalses que con tanta prodigalidad se construyeron sobre sus ríos, los caudales de agua que llegaban a esta ría eran infinitamente superiores al actual, y sus orillas estaban comprendidas entre las laderas de los montes que la circundan. Posteriormente, las grandes avenidas con los arrastres depositados en los fondos de sus tranquilas aguas originaron la formación de los cientos de hectáreas de fértiles vegas que se formaron en sus orillas.

Entre los siglos VII y XII, con el cambio climático llamado "Óptimo Climático Medieval", donde la altura del mar llegó a alcanzar casi tres metros superiores al nivel actual, la hicieron navegable hasta pasada la localidad de San Román de Candamo, unos 20 kilómetros aguas arriba de su desembocadura. Después, entre los siglos XIII y XX, el clima de nuevo se fue enfriando, bajando la altura del mar, y los arrastres de productos de los ríos hacia su desembocadura hicieron subir el nivel del fondo y orillas hasta llegar a formar en la ría de Pravia su configuración actual.

Últimamente tuvo importancia como puerto de salida en San Esteban de Pravia el carbón que se extraía en las minas de las cuencas de La Felguera, Aller y Tineo, y en cuyo puerto, hoy abandonado, solamente se conservan como testimonio de esa actividad las grúas que cargaban el carbón en los barcos que en el mismo atracaban.

Durante muchos años, sus aguas estuvieron contaminadas por los lavados del carbón que se extraía en las distintas cuencas aguas arriba de esta ría, depositando negros y grasientos desperdicios, dejando en sus avenidas sobre sus vegas los negros detritus que los agricultores se veían obligados a limpiar. Las orillas y fondos de esta ría, así como las playas próximas, también sufrían la misma contaminación, en sus arenales y en la playa de Soto del Barco se sacaba el carbón. Su gran riqueza piscícola había desaparecido.

Abandono total y agresión a este espacio nunca reconocido, incluso las ayudas que la Comunidad Económica Europea entregó al Gobierno regional para compensar los daños que ciertos concejos tuvieron por la explotación del carbón, nuestros gobernantes nunca lo reconocieron, no aportaron ni un céntimo al gran daño que la minería había originado a esta ría.

Siempre fue un espacio mal atendido, olvidado por el Gobierno regional. De los dieciocho presidentes que gobernaron esta región en los años de la democracia, solamente tres tuvieron conciencia de las posibilidades de esta comarca formada junto a las orillas de esta gran ría de Pravia. De los cuales solamente dos intentaron hacer algo positivo.

Entre los años 1983 a 1991, con Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos como presidente, natural de Gijón, se ejecutó la carretera de Pravia a Cornellana en unos 12 kilómetros, facilitando el paso de las poblaciones de la costa: Gijón, Avilés, Soto del Barco, Pravia hacia el interior: Salas, Tineo, Allande, Cangas, etcétera, por ser la antigua carretera estrechísima y con dificilísimas curvas que hacían casi imposible su paso. Sospecho cuáles fueron los motivos por los que no se hubiera realizado cincuenta años antes para facilitar el paso entre las poblaciones de la costa y las del interior.

Entre 1991 y 1993, siendo presidente don Luis Rodríguez-Vigil, consideró con gran acierto las posibilidades de esta ría situada en el centro de Asturias, muy próxima a las principales poblaciones: Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres, y realizó el Proyecto de Puerto Norte, que hubiera revitalizado toda esta comarca y sería un gran atractivo turístico para toda la región.

Antonio Trevín Lombán, entre 1993 y 1995, presidente que sustituyó a Vigil, anuló totalmente el proyecto de Puerto Norte, del que nunca se volvió a hablar. Desconozco los motivos de su actuación, ni que hubiera hecho algo positivo por este lugar. Sigue en política y estamos en 2016.

Entre 1995 y 1999, el presidente Sergio Marqués, atendiendo las justificadas peticiones de los ayuntamientos de Soto del Barco y Muros de Nalón, realizó el proyecto del puente sobre la ría que separa San Esteban de La Arena con un hermoso y práctico paso peatonal, cuyo importe figuraba dentro de los presupuestos anuales de los gastos regionales. Vicente Álvarez Areces, se puede suponer, necesitado de dinero y no cumpliendo con los presupuestos de su antecesor, desestimó tal proyecto, en perjuicio de los vecinos y visitantes de estas dos localidades. Dirigió esta región desde los años 1999 a 2011, también desapareció el Proyecto de Puerto Norte, y desconozco que hiciera algo para favorecer esta comarca.

Estamos en el año 2016, seguimos igual, tenemos el territorio, la ría, sus alrededores, sus hermosos paisajes, sus villas, sus pueblos, su yacimientos y sus antecedentes históricos, que nadie los puede quitar ni borrar, aunque todavía tenemos dirigentes que no les importó ni les importa este espacio. Somos pocos habitantes y pocos votos, pero seguimos con la esperanza que alguien vendrá y reconocerá los valores de esta parte de Asturias que tiene tanto que ofrecer y la promoverá.