DEPRESIONES POR SÍNDROME POSTVACACIONAL
Las vacaciones son esas etapas del año en las que decidimos desconectar, descubrir lugares de diferentes rincones del planeta y disfrutar al máximo con nuestros seres queridos algunas semanas. El trauma de la vuelta a la rutina de nuestras obligaciones laborales o sociales, puede acarrear graves problemas en nuestro ámbito emocional, psicológico e incluso de salud general.
Como todos los años a estas alturas del calendario empiezan a escucharse lamentaciones de algunos afortunados españoles que ven cómo sus vacaciones estivales van llegando a su fin. Y remarco lo de afortunados porque en la actualidad disfrutar de vacaciones implica tener trabajo. Sin ningún rubor algunos comentan acerca de lo deprimidos que se encuentran, importándoles muy poco que muchos miles de compatriotas se resignen día tras día a asumir que un empleo remunerado es algo que nunca van a obtener.
Lo del síndrome postvacacional es una afrenta que, a base de ser repetida, ha pasado a formar parte de nuestras frecuentes conversaciones. Quien sufra tan inadmisible dolencia, como terapia, que se pase una mañana por cualquier oficina del Servicio Público de Empleo. Ninguna otra les resultará más práctica para atajar su mal. Cuando observen en la cola a decenas de compatriotas dispuestos a aceptar cualquier tipo de ocupación laboral, se les curará de inmediato tan insolidario mal.
Y se indignarán más, si cabe, con el socialista Pedro Sánchez, porque a estas alturas de la película el que más y el que menos es conocedor de que él es el culpable de que España se encuentre con un Gobierno interino desde hace más de ocho meses. Eso influye, y muchísimo, en que los inversores no se decidan a dejar su dinero en España y, consiguientemente, se frustren los tan necesarios miles de puestos de trabajo que actualmente precisa nuestro país.
Como colofón final: una solución positiva para evitar esas depresiones, quizás sea no volver a tener vacaciones nunca más.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo