Luis Martínez, "el Cuco"
El martes 30 de agosto pasado, aquí se ha publicado un artículo o información sobre Luis Martínez, "el Cuco", titulado "Un valiente precursor de la escalada", y lo firma doña Clara Suárez, y al que creo que le ha dado pie mi último capítulo de la serie "Los orígenes del montañismo", capítulo dedicado principalmente a "el Cuco", como primera víctima del Urriellu, recordando en él a cuantos otros encontraron la muerte después en su verticalidad rocosa. Coincido plenamente con usted, señora, en que Luis era un gran deportista y también una gran persona y un hombre de bien, pero créame que siento tener que contradecirla porque Luis Martínez no era escalador, ni alpinista. Pertenecía a una sociedad de exploradores que había en Oviedo. Lo de exploradores, de procedencia inglesa, tomó mucho auge en España allá por los años veinte, y todos sabemos que sus actividades se limitaban, uniformados y con sombrero, a realizar marchas y acampadas, pero montañismo, no, y menos escalada.
Los precursores de la escalada en España, estimada señora, fueron Pidal y "el Cainejo", y después lo que cito en mi serie, destacando al geólogo alemán Schulz, que fue el segundo en ascender al Picu (1 de octubre de 1906). La tercera ascensión la protagonizó Víctor Martínez (3 de agosto de 1916), y así sucesivamente otros escaladores, entre los que es obligado destacar, además de a Víctor, a sus hijos Alfonso y Juan Tomás, sobre todo a Fonso, mi querido amigo.
"El Cuco", señora, no pudo subir al Urriellu no llevando más que una plomada para medir su altura, creyendo que era más accesible, y se encontró con la verticalidad de sus paredes. Le significo y recuerdo, señora, que Pidal tuvo que hacerse en Londres con una cuerda y luego ir a los Alpes, con un guía de Chamonix, a practicar y entrenarse en la escalada. Y así y todo, las pasaron canutas, sobre todo en el descenso, que poco faltó para que se despeñaran. Todo es pura lógica, y cuantos saben y practican el alpinismo que "el Cuco" no pudo subir al Picu, y su intento le costó la vida.
Lo que resulta sorprendente, señora, es lo que entrecomilladamente pone en boca de un historiador llamado Tomás Fernández, que transcribo: "A juicio de Tomás Fernández, la caída se produjo seguramente durante la bajada, si bien es consciente de lo extraño de que no dejase ninguna señal, ni tan siquiera recogiera las tarjetas que habían dejado antes 'el Cainejo' y el marqués". Si estos ascendieron al Picu en 1904 y "el Cuco" en 1928, esto es 24 años, resulta que en todo este tiempo cuantos escalaron el Picu allí dejaron las susodichas tarjetas. Esto, que es un barbaridad que descalifica por completo a este historiador, no merece más comentario.
Recordemos a "el Cuco" como lo que fue, un gran deportista, sí, una gran persona, un artista y la primera víctima del Picu Urriellu. Y mis respetos, estimada señora, y un afectuoso y cordial saludo.
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