Modificación de la ley de Dependencia en Asturias
Parece ser que está previsto que se modifique la ley de Dependencia en Asturias, es decir, entre otras modificaciones, las personas que tienen un familiar en un geriátrico privado (no hay plazas en uno público) y ese familiar cobra por la ley de Dependencia, como es el caso de mi madre –que cobra 255 euros–, según un escrito que hemos recibido de la Consejería de Bienestar Social, si el geriátrico no solicita acogerse al nuevo plan que van a imponer, mi madre dejará de cobrar los 255 euros, que, sin ser una gran cantidad, sí contribuye como ayuda para pagar el geriátrico. En el geriátrico de mi madre solamente hay dos personas cobrando por la citada ley de Dependencia.
Lógicamente, el geriátrico no va a solicitar acogerse a ese nuevo plan, que le supone unos gastos adicionales considerables y que a ellos no les afecta para nada, ya que no les cierran el geriátrico, lo que quiere decir que a mi madre y a esa otra persona les quitarán lo que por ley ya les habían concedido.
No acabo de entender cómo se puede modificar una ley, y hacerla con carácter retroactivo y quitar los beneficios que se tienen y que concedieron legalmente. Creo que sería más decente, si es que quieren modificarla, hacerla efectiva desde su publicación, pues así quien lo solicita sabe a qué atenerse, ya que a mi madre se lo concedieron después de solicitarme todas las facturas del geriátrico; por lo tanto, sabían dónde estaba.
Bueno, y para colmo, en la carta que me envían me dicen que si el geriátrico donde está mi madre no se atiene a lo solicitado ahora, que coja a mi madre y la lleve a otro geriátrico que esté acogido a su ley, si es que quiero seguir cobrando; como si las personas fueran muñecos a los que se puede cambiar de mueble cuando a uno se le antoje.
Creo que si se quiere modificar la ley tendría que ser para todos los geriátricos y se supone que exigiendo mejoras para los ancianos, y no solamente a los que lo soliciten, que no creo que sean muchos, ya que no les afecta para nada como geriátrico.
Esto, señores, no es como un colegio subvencionado, que para acogerse el colegio a la subvención, tiene que tener ciertas características y obligaciones; esto, a los geriátricos, que están llenos, les da igual: al único al que perjudican es el dependiente.
Creo que deberían pensárselo mejor, en vez de perjudicar a quienes, después de mucho tiempo, lograron que se les reconociera como dependientes. Y, como dije anteriormente, solicitarlo, si quieren, a los que se les aplique una vez modificada y publicada la ley, pero no con carácter retroactivo amenazando con quitar lo que ya dieron.
María Fernández Fernández, Gijón
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