Lobo
Hasta no hace mucho, el peso de la educación recaía en la familia, teniendo la escuela una función subsidiaria. En los últimos años todo apunta a la inversión de términos, ignorando las dificultades que ello supone, y que no deja de ser mera demagogia política que carga al docente con tareas que se sabe con certeza que no puede asumir. La misión fundamental de la escuela es instructiva, si bien debe involucrarse en todos aquellos aspectos pedagógicos que canalizan la convivencia escolar. Pero la educación no se reduce a estas dos esferas, la de los guardianes y la de los guardadores, todos los estamentos sociales deben aportar su granito en sus respectivos ámbitos de competencia. Cuando el funcionario del registro civil, curtido en mil batallas, oyó el vocablo Lobo, sin duda captó ruborizado el submundo que pretendía pasar desapercibido al otro lado del mostrador. Sabía con certeza que perdía el tiempo haciendo referencia a la ley y al reglamento del registro civil que asevera que quedan prohibidos los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona y/o resulten contrarios al decoro. Sin embargo, en un arrebato de lucidez, recordó la obligación de las sociedades civilizadas de poner coto al descarriado, y el díscolo musitó la terrible palabra "no". La respuesta hubiese sido bien distinta de prever el foco mediático y la avalancha de tuiteros defensores del asilvestramiento que surgiría. Llegados a este acto de la obra, siempre entra en escena el profe enrollado, el Reina de la afición, encarnado en la figura del director general de los Registros y del Notariado. Bueno, no nos compliquemos la existencia, vayamos de buen rollito, procuremos la paz social y demos cuartelillo al insensato porque es un apellido común en España (supuesto no aceptado por la ley), no confunde el sexo, no atenta contra la dignidad y es bonito. Y no nos escandalicemos, cambiamos la norma y ya desde la cuna damos luz verde a la estigmatización del paria, anticipándonos a Mediaset. Por cierto, ¿se podrá usar este nombre propio en femenino o habrá que esperar a ponerlo en valor? Señor Pilatos, como no lo ha asentado como debe, asiéntelo en el debe y haga balance educativo, no le dé negativo, porque lo lesivo de estas decisiones evasivas es que propician sociedades montaraces. Han pasado veinte siglos de supuesta evolución antropológica y el pueblo sigue liberando al lobo Barrabás.
Observación al margen de la carta: Sorprende que la palabra asilvestramiento no figure en el Diccionario de la RAE, siendo de total actualidad; de hecho, me viene a la mente cada vez que observo a uno de estos personajes tatuados hasta las cejas y/o con más aros que la Bijou Brigitte.
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