La picaresca
Nuestra España es la cuna de la picaresca, la reina de los pensamientos para poder sobrevivir a costa de los demás, la forma sencilla de aprovecharse de bienes ajenos con el menor esfuerzo posible, para poder vivir del cuento, como se suele decir o bien para enriquecerse. Como no vamos a ser los mejores del mundo en estos menesteres, cuando un escritor anónimo en el año de 1554, en España, publica un libro sobre estos hábitos, como si fuesen las reglas o los mandamientos, para ser el verdadero rey de la picaresca. Me estoy refiriendo, cómo no, al "Lazarillo de Tormes", libro que aconsejo leer y que fijo sé que todos estos listillos o chorizos que nos rodean lo han leído y han tomado buena cuenta de sus consejos.
Esta semana nos levantamos con la sorpresa de que un señor, llamémoslo así, posee un grupo de cinco hoteles, todos ellos en Lloret de Mar; en uno de estos hoteles mencionados se produce un incendio, en el cual los servicios de salvamento uno de sus primeros pasos es cortar la corriente eléctrica general del hotel para prevenir que la catástrofe sea mayor. Cuál será su sorpresa cuando descubren que el hotel está enganchado ilegalmente a la red eléctrica. Solucionado el incendio, los inspectores eléctricos revisan otros tres hoteles más de dicha cadena, encontrándolos a todos ellos conectados ilegalmente. La compañía eléctrica corta el suministro de los cuatro hoteles, poniendo en la calle a unas 500 personas, sin saber dónde ubicarlas. Dos de esos hoteles consiguen algo de luz, gracias a unos grupos electrógenos, aunque se apagan continuamente, dejando a los huéspedes compuestos y sin novio, como se suele decir.
El dueño de dichos hoteles sigue sin aparecer ni dar explicaciones. Será raro, ¿no?... Yo no entiendo cómo se les puede pasar esto a los de la inspección antes de dar de paso las instalaciones. Creo que, posiblemente, el propietario se llamará Lázaro y, a lo mejor, alguno de los inspectores sea primo o amigo de nuestro Lazarillo de Tormes, el de nuestro libro.
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