Y ahora, ¿qué?

Y ahora ¿qué van a hacer ustedes?, señores Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera y demás portavoces-responsables de los grupos parlamentarios, ¿están satisfechos con su comportamiento político a partir del 22 de diciembre de 2015 hasta el momento?, ¿no creen que son ustedes unos irresponsables?

Nos han situado en un escenario totalmente insoportable: la confusión, la incertidumbre y el terror se están adueñando de todos los españoles. Nos preguntamos constantemente adónde quieren llevarnos, ¿a la ruina total? No se molesten, ya estamos en ella. Sáquennos, por favor, no jueguen con nosotros.

Caminen a pie, no en coche, y vayan a las villas y pueblos. Vayan a las residencias de ancianos (mal llamadas residencias, pues son asilos puros y duros). ¡Pobres ancianos! ¿Les cabe en la cabeza que el coste de una mal llamada residencia pública sea superior a la pensión de un anciano? Hay niños que van al colegio sin poder desayunar, no tienen qué comer, pasan hambre, la pobreza infantil corre con más facilidad que el AVE, así como los millones de parados, cada vez más en número. Señor Rajoy, usted dice que baja el paro, que crean puestos de trabajo (trabajo basura); por favor, cuente bien y no se equivoque con los números. En Asturias, durante el pasado mes de agosto, fueron 14.400 los trabajadores que se quedaron sin empleo, ¡qué ironía!

Los desahucios, las familias que se quedan sin la vivienda que los bancos venden mientras sus propietarios siguen quedándose con la deuda, ¡qué vergüenza! ¿Dónde van a vivir esas personas que carecen de medios económicos para sacar a sus familias adelante y procurarles un futuro a sus hijos?, ¿dónde van a vivir? ¡Pidiendo por las calles! (no les queda otra), la mendicidad circula por las calles de las villas y las ciudades como paseantes de la miseria institucional y humana. El "Estado del bienestar" no se hace con limosnas, sino creando riqueza para todos, con salarios justos y dignos, con igualdad de oportunidades.

Pasan días y horas de despacho en despacho buscando pactos, acuerdos, alianzas… ya no saben ni qué hacer, ni para qué. Para entretenerse en el Congreso de los Diputados horas y horas presentando a los ciudadanos discursos planos, agresividad y, en algunos casos, permítanme que se lo diga, hasta posibles insultos. No nos fiamos de ustedes, todos nos están engañando, buscan su propio provecho (sillones y despachos), pasan de hacer política a vanas acciones de marketing como si fueran actores de una mala película. ¿Qué hacen por España y por Europa? La Unión Europea tiene como principal objetivo la globalización del capital y del comercio libre, ¿se figuran qué bien vamos a estar cuando esto sea una realidad? Si, ¡muy bien! Viajan, van y vienen con las manos vacías y, entre tanto, los españoles llegamos a la desesperación, que en algunos casos puede llevarnos a cometer actos punibles que son más castigados que la corrupción. La corrupción es la lacra de nuestro tiempo; se instaló en España de mano de la clase política. Nos llevan el dinero a paraísos fiscales, se enriquecen en cantidades que los pobres no somos capaces ni a imaginar. Algunos siguen en sus puestos, otros persisten en seguir (qué vergüenza el "caso Soria") y, como ustedes saben, no son castigados. Los juicios, cuando los hay, son interminables. La justicia en España no es igual para todos.

¿Y qué decir de la inmigración? El Mediterráneo más tranquilo y apacible se convirtió y se está convirtiendo cada día más en un cementerio para niños, mujeres y hombres que huyen de su país; la guerra, la injusticia y la falta de medios no les permiten vivir. Van en busca de su propia supervivencia y encuentran la muerte, barreras, alambradas, muros y persecución. ¿Dónde está la libertad en la Europa capitalista?, ¿en qué países hay libertad o democracia? Se habla mucho de la democracia en España, de la gran hazaña de la Transición, y no sé qué frutos dio, no sé dónde están. No hubo cambio, se hicieron concesiones.

Los votamos, confiamos en ustedes, son nuestros representantes, ¡qué tiempo más perdido! Nos llevan a terceras elecciones, cuartas, quintas; se ven venir. Tal vez parece que están creando el caldo de cultivo necesario para que la ciudadanía española salga a la calle pidiéndoles responsabilidad y posiblemente gritando: "Por favor, ¡váyanse!". Ustedes tienen la palabra, suya es la responsabilidad; antes permítanme que les diga una cosa: su responsabilidad es nula en política en general y de una forma escandalosa en política económica, social, de inmigración, de relaciones exteriores, de educación y sanidad. Fomenten los valores cívicos, éticos, humanos, respeten los derechos de todos los ciudadanos.

Pobreza, miseria, paro, abandono, desprecio, corrupción, injusticia es lo que están administrando y regalando insistentemente a los ciudadanos españoles, ¿Qué nos van a legar? Apuesto por un Gobierno firme, fuerte y justo, apuesto por el cambio. ¿Quién de ustedes puede garantizarnos un cambio radical y positivo e igualitario a los trabajadores, obreros, clases medias y pensionistas? ¿Quién?

Mi deseo es que haya un Gobierno de izquierdas que responda firme y con acierto a las necesidades que demanda el pueblo español.