Víctimas del terrorismo
Días pasados, en un debate televisivo dentro de la campaña electoral vasca, dos candidatos, la señora Zabala y el señor Alonso, tuvieron un conato de enfrentamiento cuando ella le preguntó a él si la consideraba una víctima del terrorismo.
Aunque yo no lo vi por TV, por la prensa parece ser que el señor Alonso dudó, "enmudeció" y al final lo aceptó, quiero creer mediante el "recurso intelectual" de aceptar pulpo como animal de compañía. Si esa pregunta se me hace a mí, sería incapaz de contestar, pues necesitaría un tiempo de reflexión, no por duda, sino para organizar los argumentos, y así se lo haría saber.
En principio, me pregunto y pregunto al lector si se incluiría en la misma asociación a dos conductores fallecidos en accidente mientras uno conducía correctamente en su sentido y el otro lo hacía en sentido contrario conscientemente. Ambos fallecen en accidente de tráfico, pero en circunstancias completamente distintas. Uno es víctima y el otro es victimario.
El señor Zabala, hermano de la candidata, a mi juicio, no se puede considerar víctima de los mismos actos en que asesinaron a quienes nutren las listas que dan lugar a las distintas asociaciones en las que militan sus deudos. Los señores Zabala y Lasa fueron victimarios primero y después víctimas de la actuación criminal de una organización que actuaba presuntamente con la aquiescencia del Gobierno de mismo partido con el que pretenden ahora formar gobierno los propios correligionarios de la señora Zabala.
Si el Gobierno hubiera actuado conforme a ley, la señora Zabala sería hoy víctima de la sinrazón de su hermano, que, juzgado, estaría en prisión o habría cumplido su condena, pero en ningún caso víctima del terrorismo, sino de los terroristas, pues seguro sufriría, cuando tantos inocentes, incluso niños, fueron asesinados por su hermano y sus colegas.
El señor Alonso, cuando acude a alguna encerrona, debería ir más preparado, pues las preguntas trampa en esos actos y con esos interlocutores son de cajón.
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