Listas y listos
Me cuenta una persona cercana que tiene un cargo de responsabilidad en una administración que desde hace un tiempo, cuando se diseña un plan de actuación, alguna estrategia o se encaja el desarrollo de alguna norma o ley, les imponen, sí o sí, a unas representantes o representantas de la Comisión de Igualdad o así, cuya misión es la de velar para que en los papeles se plasme eso de bobos y bobas, médicos y médicas o vainas y vainos.
Así están las cosas. Me pregunto si semejante mentecatez, lo siento, no puedo encontrarle otro vocablo a eso, se da en otras naciones. No lo creo, es la verdad. Incluso aunque la lengua o lenguo español o española estuviera mal hecha, algo que debería debatirse en otro ambiente libre de cantamañanas o cantamañanos, el caso es que la norma que existe es la que hay y, además, esa reiteración saturante que todos los politiquillos se han apresurado a incorporar para ampliar su abanico o abanica de aplausos o aplausas convierte en ridículo no ya cualquier discurso o discursa, sino también los proyectos y normas, las bases de los concursos públicos y cualquier papel o papela, en una infección imparable y vírica.
Me dice otro amigo, que a rojo y progre no le gana nadie o nadia, que en este país se anhela más la igualdad en gilipuerteces que en lo económico: es más importante os/as que ricos/pobres. Y debe ser verdad, a los hechos me remito. O remita.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo