"Masaan", una joya de sensibilidad
Se proyecta en Asturias, ya por pocos días –en una sola sala y en sesión única– la extraordinaria película franco-india "Masaan", ambientada en la ciudad de Benarés, sobre el Ganges, y en las ceremonias de cremación de cadáveres en las orillas del río, pues ya no se permite, como antes, hacerlo sobre balsas arrastradas por la corriente. El padre de la joven protagonista es el encargado de uno de estos lugares, y el muchacho protagonista es un obrero en otro crematorio; grande es el empeño de estos chicos por ir a la Universidad para salir así de la pobreza en esta urbe industrial. Imágenes de los pobres edificios, callejas y de los humildes hogares de la gente; del devenir de las vidas de los dos jóvenes protagonistas, dejando intuir al espectador en el último plano del filme que sus vidas van a confluir.
El argumento permanente es el amor y el buen trato, ya entre los jóvenes, de estos con sus padres, del abuelo con el niño buceador que recoge monedas y joyas del fondo del Ganges, y de todos con todos. Tono idealizado de la película, pues, sin duda, en Benarés habrá violencia, por más que el pacifismo que se atribuye al hinduismo la reduzca. El único malo de la película es un policía que, sin justificación alguna, chantajea a un buen hombre y le saca cientos de miles de rupias.
El talento del director, el interés de la acción, la sobria interpretación, la sencillez de los diálogos, la inteligencia, elegancia, suavidad y naturalidad de las actuaciones logran un paraíso artístico y estético que contrasta con ese mundo de violencia, ruidos, extravagancias y mal gusto que invaden nuestro cine de hoy. Cuando se ve una película oriental como ésta, que recuerda otra china de hace unos meses, se percibe su contraste con la reiterada apelación de nuestros mandatarios a "nuestros valores occidentales" –¿a cuáles?–, y uno se siente ajeno a tales proclamas. En esa línea, los presidentes americanos terminan muchos de sus discursos con la beatífica alocución "¡que Dios os bendiga a todos!". Mejor dijeran "¡que Dios os coja confesados!".
José María Izquierdo Ruiz
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo