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Asturias: el mismo cielo

26 de Noviembre del 2009 - Florentino Fernández Ruiz (Mieres)

En medio de esta crisis desencadenada por la tan traída y llevada globalización, uno pensaba ingenuamente que se podría ir a cualquier parte del mundo a trabajar. Pero la globalizacion ha arrasado los mercados interiores de la mayoría de países entre ellos el nuestro y uno empieza a descubrir la desagradable sorpresa de que no hay adonde ir. La globalización se ha llevado las producciones del campo, del mar, ha contaminado el planeta, ha llevado a la desaparición de los mercados interiores en beneficio de un hipotáctico mercado global que parece que no ha identificado bien la demanda.

A pesar de la aldea global seguiremos viviendo en ámbitos muy reducidos. A pesar de llenarnos la boca con la palabra democracia, igualdad, solidaridad, sostenibilidad y otros eufemismos no todos los madrileños o asturianos transitarán la Castellana, la calle Uría o la calle Corrida aunque vivan a escasa de distancia del centro de las ciudades.

Mientras se destruyen formas y medios de vida en miles de lugares del planeta en función de ratios de rentabilidad, el mundo bajo el sistema capitalista se ha convertido en una gigantesca estantería de supermercado donde la rotación de mercancías es la única razón para maximizar los beneficios de los grandes monopolios.

Nos han dicho que no era rentable mantener innumerables producciones, se ha subvencionado la ruina y la sinrazón y hemos arrancado viñedos, pomaradas; hemos dejado que el campo se vuelva improductivo, lo contrario que habían hecho generaciones anteriores a base de abnegación y sacrificio con medios rudimentarios, trabajando de sol a sol para robarle al bosque el sustento.

Lo mismo ha pasado con el mar. Hemos cambiado la merluza de Lastres por la del Índico.

Con la globalización los países no saben qué función tiene su mercado interior y exterior o si los dos ahora son uno.

El capitalismo necesita el mercado exterior para realizar la plusvalía y el producto social. Pero la crisis ha puesto en contradicción los dos mercados. El mercado interior es el motor de producción de mercancías que desarrolla el capitalismo y que hacía necesario rebasar las fronteras del Estado.

Ahora se produce urbi et orbe, el capitalismo se desarrolla en lugares del mundo donde las condiciones de vida son inhumanas, en países a los que se lleva si es necesario la tecnología mas avanzada para producir barato a costa de la mas cruel explotación. Países que ni siquiera tienen el mínimo mercado interior para consumir lo que producen. Pero da igual, luego todo consiste en que las producciones den la vuelta al mundo.

Estamos estupefactos ante la globalización de una superestructura en la que nada funciona ni tiene sentido lógico. La cúpula del sistema configurada por los aspectos políticos, jurídicos, religiosos, artísticos y filosóficos esta totalmente degradada. La política esta cercada por la corrupción y la falta de credibilidad de unos políticos que poco tiene que aportar salvo eufemismos para seguir envileciéndola. La justicia esta permanentemente en tela de juicio. Los países del G-20 desarrollan políticas de verdadera rapiña por materias primas viéndose forzados a negociar con piratas o terroristas que surgen de esos lodos (no nos engañemos nadie se levanta por la mañana con la vocación de ser pirata o terrorista).Medios de comunicación, léase televisión, que es el medio mas mediático, hacen de la información un patético negocio denigrante para la sociedad. La violencia y la corrupción se desata y generaliza en todos los ámbitos.

Toda esa superestructura son ramas del mismo árbol que alimenta la base de todo el conglomerado que es el sistema capitalista en su más avanzado estado de desarrollo o descomposición, en el que los mercados interiores se diluyen en la mayoría de los países para enmascararse en la aldea global convirtiéndose, en vez de indicador del grado de desarrollo capitalista de un país, en el indicador del grado de descomposición del país. Y surge la otra contradicción: ¿Dónde esta el mercado exterior?, ¿se lo ha llevado también la globalización? Porque el capitalismo sin mercados que amplíen constantemente su cuota de poder no puede desarrollarse, sin nuevos países que colonizar o que incorporar a su torbellino económico no puede subsistir.

Mientras, en Asturias nos preguntamos: ¿España es mercado interior o exterior?, y ¿Europa? Que nos subvenciona para que nuestro mercado interior deje de producir. En este entramado enloquecido qué papel tiene España y Asturias aparte de colaborar al interés general ¿de quién? (aceptando la línea Lada -Velilla o sacando de la chistera conceptos de sostenibilidad.)

Todos sabemos que el interés general en este sistema casi siempre pasa por los consejos de administración de las grandes empresas y la sostenibilidad del sistema también sabemos sobre quien descansa.

Quizá para que mejorasen estos conceptos y otros que sería larguísimo enumerar entre ellos la violencia, sería tan simple como cambiar la base de este sistema y todo empezaría a tener otro sentido lógico. De momento pocas cosas lo tienen y lo único que nos hace iguales es que en esta aldea global aunque no todos podamos transitar por tantos lugares como las mercancías el cielo que tenemos encima de momento es el mismo.

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