Optimismo y autocontrol mental (y 3)
Como decíamos aquí, tenemos que ver el sol todos los días aunque esté nublado, lluvioso u oscuro, si en nuestra mente está arraigada la fuerza del optimismo. Y comenzar el día alegres e ilusionados, sonrientes, saludando afectuosos al vecino, a cuantas personas y congéneres encontramos a nuestro paso, todo ello dentro de una obligada convivencia y solidaridad. Y que el culete de sidra, la caña o la pinta de vino (nunca abusar de la bebida, que en pequeñas "diócesis" es beneficiosa) viene a ser como un rito en la amistad y convivencia. Y ejercicio, caminar, que al decir de nuestro Marañón es la mejor gimnasia, que él cifró en diez kilómetros diarios. Que están bien en gente joven o sin problemas físicos o de salud, pero no en personas de avanzada edad. Éstas, que caminen menos, lo que puedan, pero moderamente y sin esfuerzos. Salir y caminar todos los días es de suma importancia cuando, en el viaje de la vida, estamos ya en una avanzada estación. Y el evitar la soledad, desgarradora en tantos casos (sobre todo cuando se nos va el ser querido con el que hemos compartido toda una vida), relacionándonos con los demás, compartir amistad y compañía. Y para ello ahí está esa gran obra social que son los hogares del pensionista, y el Imserso, que, por cuatro perras, ha permitido a las personas mayores conocer mundo y disfrutar de climas y paisajes por toda la geografía carpetovetónica. Las residencia de la tercera edad son también otra gran obra social.
Sí, la soledad hay que combatirla como sea, y buenos recursos tenemos a mano, como, por ejemplo, la mascota, el perro fiel, que es el mejor amigo del hombre y la más leal compañía que uno pueda tener. Mucho mejor que la humana. Y además de la mascota, salir de casa y relacionarse con los demás, y el hogar del pensionista es otro buen remedio. Decía Aristóteles que el hombre es un animal social. Bueno, pues como tal tiene que situarse en la gran aventura de vivir, como los demás. Y como los demás, ser un viajero más en el tren de la vida, sin traumas, pena, tristeza ni nada negativo que no puede desalojar de la mente la fuerza del optimismo. Éste es el que tiene que llevar a cabo el desalojo de todo ello, con energía y una gran fuerza de voluntad sacada de la propia flaqueza humana. Y estas obligadas citas de dos personajes que son unas verdaderas autoridades sobre el tema que aquí estamos tratando.
Luis Rojas Marcos: "El optimismo es como una profecía que cumple por sí misma. Las personas optimistas presagian que alcanzarán lo que desean, perseveran y la gente responde bien a su entusiasmo. Esta actitud les da ventaja en el campo de la salud, del amor, del trabajo y del juego, lo que a su vez revalida su predicción optimista". Mejor y tan brevemente no se puede explicar la fuerza del optimismo. James Allen: "La tranquilidad mental es una de las hermosas joyas de la sabiduría. Es el resultado de un largo y paciente esfuerzo de autocontrol". Optimismo y autocontrol mental, completo. Y completa es también la gran aventura de vivir.
Finalmente, diremos a los jóvenes que rechacen siempre todo aquello que pueda constituir vicio, adicción y degradación de la personalidad. Y deporte, mucho deporte, sobre todo de montaña. Un buen libro siempre a mano, y con él, muy vivos, la fuerza del optimismo y el autocontrol mental. Y para unos y otros, mayores y jóvenes, en la gran aventura de vivir, que todos tengan un feliz y largo viaje en ese tren sin retorno. Y que, por lo menos, lleguen a la estación 97, que es hoy la de quien esto recomienda, aconseja, reflexiona y firma.
Ricardo Luis Arias
Aller
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