Historia
Estuve leyendo un artículo de Milagros Pérez Oliva en el que escribe sobre la tentativa de la CUP de cargarse la estatua de Colón, situada en el puerto de Barcelona, por ser éste el descubridor de lo que después supuso el exterminio de los pueblos de America del Sur. Gracias a Dios la moción se vino abajo ante la apabullante opinión de los barceloneses, y los turistas seguirán pudiendo llevarse las postales de Colón y su dedo del final de las Ramblas.
Este artículo me hizo preguntarme cuánto tiempo debe pasar para que el pasado sea considerado Historia, 50, 100, 200 años. Realmente, no lo sé. ¿Si se proclama la República y se expulsa al Rey Borbón, podremos seguir admirando el cuadro de Fernando VII en el Prado o lo cambiamos por un republicano?
Viene esto a cuento del follón que se está montando en Oviedo sobre el cambio de las calles de la ciudad. Quiero dejar claro que no soy nadie y además jubilado, pero supongo que puedo opinar: ¿por qué no llamar a las calles como se han llamado siempre, cuántos nombres tuvo la calle San Francisco, alguien la llama José Tartiere? O la Escandalera, fue de la República, del Generalísimo, entre otros, pero la gente siempre la llama de la Escandalera. Lo mismo pasa con el paseo de los Álamos, aunque estos fueran podados en 1926, ¿alguien lo llama paseo de José Antonio? Y si quedo con alguien en la plaza de la Constitución, más del 90 por ciento no sabría dónde ir: a la plaza del Ayuntamiento. Señores sesudos, por favor, por qué no piensan en el pueblo.
Lo malo ocurre cuando la calle, el edificio o el barrio es de nueva construcción, en estos casos tengo que decir que no todos pensaron como mi suegro, que puso nombres de ríos o montañas asturianas para que no los cambiaran.
En aquellas creadas por regiones devastadas o denominadas con nombres de la época, caben dos cosas: 1º) Podemos hacer como los faraones, que borraban toda huella del constructor del monumento o templo, para que la historia le recordase a él como constructor. 2º) Podemos tirar las construcciones y volver a hacerlas, pudiendo dar el nombre que queramos; es una opción que, tal como está la economía, no recomiendo.
Para no caer pesado, ¿por qué juzgamos la Historia con los ojos del presente?
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