Pocholo, un vecino ejemplar
Nació en Guyame, uno de los ocho pueblos que forman la parroquia de San Cucufate de Llanera. En Guyame se crió, creció y en San Cucao se casó, vivió siempre y vive.
Si decimos que se trata de José Manuel García Suárez, de nombre y apellidos comunes, es posible que pase desapercibido, pero si decimos que es Pocholo, como se le llama y se le conoce, seguro que a nadie o a casi nadie le pasa inadvertido, ya que resulta difícil referirse a él de otra forma.
Generalmente, en casi todos los pueblos habitan personas que disponen de tiempo para todo y a las que casi todo lo que hacen les sale bien, porque ponen empeño, tesón, firmeza, generosidad y entusiasmo, y se entregan sin condiciones al propósito que persiguen, que no es otro que colaborar, ayudar y conseguir una vida mejor en favor del colectivo vecinal en el que viven.
Una de estas personas es Pocholo, que atesora todas las virtudes posibles para catalogarlo como un vecino ejemplar. Tratar de citar y hacer referencia a los colectivos en los que ha colaborado y colabora sería casi inacabable, pues han sido y son muchos, y en todos los ámbitos: educativos, religiosos, asociativos, de festejos, ganaderos, culturales, vecinales, parroquiales, conmemorativos y en cualquier iniciativa a llevar a cabo. Su relación sociocultural es un hecho demostrado y reconocido por todos.
Su empeño y tesón terminaron llevando a cabo en 1975 la organización del Concurso de ganado, un certamen que fue ganando prestigio y que este año 2016 llegó a su XLII Edición, consiguiendo ser un referente en el ámbito regional y uno de los iconos de nuestro concejo.
Es Pocholo amante de su pueblo y de su concejo, una persona de carácter apacible, ameno conversador, ecuánime, discreto, conciliador, respetuoso, respetado y muy querido, que debido a su valía resulta indispensable y casi imprescindible su concurso para cualquier actividad que se lleve a cabo en la parroquia, merced al entusiasmo que pone en cuantas gestiones se compromete a realizar.
Entusiasmo que transmite y contagia a sus amigos colaboradores de la comisión encargada y comprometida en la rehabilitación y entorno de la iglesia parroquial. llevada a cabo en 2010, quienes ven en él la entrega incondicional en construir mejoras para el pueblo que le vio nacer, para su San Cucao del alma y para su querido concejo de Llanera. Y eso es querer a un pueblo todo lo que se le puede querer.
El 23 de febrero de 2014, por iniciativa de la comisión encargada de la rehabilitación de la iglesia parroquial, recibió un homenaje popular junto a Lorenzo Ramos Valdés, entrañable y querido vecino que ideó la fiesta de Exconxuraos y dinamizador también de la vida social y cultural de San Cucao.
Y acaba de ser galardonado como "Llanerense del año" 2016, premio más que merecido en virtud de su generosa entrega sin condiciones en conseguir y favorecer mejoras en la vida cotidiana de sus vecinos.
Parafraseando el dicho de que "tras un gran hombre, hay una gran mujer", es obligado y justo aplicar que tras Pocholo está su esposa, Carmina –de sonrisa eterna–, compañera perfecta e inseparable como complemento ideal para conseguir todo lo que se propone, apoyados en sus hijos, Juan Carlos y María.
Al igual que muchas personas son su pueblo y estos no pueden entenderse sin aquellas, asociativamente San Cucao no se entendería sin Pocholo.
Gracias por su valiosísima aportación a la sociedad, nuestra enhorabuena y felicitación por la merecida distinción, y quienes tenemos el privilegio de compartir su amistad queremos expresarle la admiración y el respeto que merece.
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