Tiempos difíciles, tiempos de cambio
El tiempo que vivimos es bastante importante en todos los sentidos. Nunca antes se había dado en la historia de nuestro país una situación parecida a todos los niveles. Parece que, de una forma u otra, los astros se habrían conjurado en nuestra contra.
Unas elecciones repetidas ya por segunda vez, con un gobierno en funciones y un pueblo un tanto aletargado que no sabe bien qué dirección tomar. ¿Somos realmente conscientes de lo que nos jugamos? La juventud, entre los que me incluyo, a pesar de contar ya una edad... sólo ve un futuro sin esperanza y se agarra, en su desesperación, a movimientos surgidos a raíz de una crisis económica y de valores que ya ha durado demasiado tiempo. Todos hemos pasado momentos difíciles, momentos de tristeza y alegría, pero esta es la vida que Dios nos ha regalado y por la que tenemos la obligación de luchar.
¿Es legítima la corrupción de uno y otro bando? No, nadie en su sano juicio pensaría que sí. Los jóvenes están perdidos y desorientados, pero ahí está nuestra responsabilidad, la de los que contamos con más experiencia, de guiarles en el largo y a menudo pesado caminar que es la vida. El ejemplo no está, desde luego, en países como Venezuela, hundidos en la miseria y el desorden. Ante estas realidades no podemos permanecer impasibles y callados, y cada uno en su puesto debe aportar su granito de arena para que nuestros gobernantes pacten ya de una vez y se forme un gobierno firme y estable.
Señores políticos, dejen de gastar dinero público y lleguen a acuerdos de futuro que traigan la paz y la prosperidad. ¡Soraya for president! no sería mala idea. Una chica joven, renovadora y con espíritu de cambio. Por favor, los experimentos, con gaseosa y, a poder ser, que no sea La Casera.
Partidos minoritarios, seguir el ejemplo de los hermanos canarios y arrimaos al caballo ganador. Que Dios, nuestro buen padre, ilumine y guíe nuestra vida y nos conceda su perdón al reconocer nuestras sendas equivocadas. Un saludo a todos los corazones a los que llegue este mensaje.
Señores radicales y demás ideologías un tanto extremas, no abran la caja de los truenos, se sufrirán consecuencias nefastas en las familias, nuestra sociedad y nuestra nación.
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