A propósito del nuevo callejero
Observo una preocupación obsesiva en la eliminación y renombre de las calles y plazas de Oviedo. Ante todo debe tomarse una postura equidistante y democrática, puesto que quien o quienes la impulsan se consideran "demócratas hasta el tuétano", como han manifestado.
Los nombres de los lugares, plazas, calles, etcétera responden a hechos históricos o personajes que en su momento marcaron hitos en una época. El 18 de julio marcó una fecha en la historia de España y es una referencia, guste o no. La Revolución de Octubre de 1935 fue otro acontecimiento que marcó la convivencia en Asturias, y está ahí, agrade o desagrade. Por tanto, debiera existir una calle con la denominación de "18 de Julio" y otra "Revolución de Octubre".
El 18 de julio lo abanderó Francisco Franco, general del Ejército, y la Revolución de Octubre la diseñaron y ejecutaron Indalecio Prieto y Largo Caballero, ambos ministros del gobierno de la República, contra la que se sublevaron. Estos dos personajes tienen en Madrid dos gigantescas estatuas.
Con el afán de darles pistas y contribuir a la ansiada equidistancia que todo demócrata debe sentir y manifestar, les sugiero que tomen nota de algunos hechos que ocurrieron, también trágicos, que debieran ser recordados para conocimiento de los más jóvenes y sirviera de vacuna, para evitar su repetición. Las nuevas generaciones deben saber qué ocurrió en España, y concretamente en Asturias. Los hechos de una parte ya los van eliminando como si no hubiesen existido. Pues existieron.
Pues verán, decidieron quemar la biblioteca de la Universidad los progresistas defensores de la cultura, y la arrasaron. Se les antojó destruir parte de nuestra historia y cultura y dinamitaron la Cámara Santa. Consideraron que educar a hijos de obreros y sacarles del analfabetismo no era progreso, y por ello asesinaron en Turón a los frailes que les enseñaban en las escuelas. Para redondear el número, hicieron un total de 33 religiosos. Por uno más hubiesen tenido una cifra simbólica.
Quiero ceñirme únicamente a Asturias para no comenzar a airear otros acontecimientos, como el fusilamiento de toda la comunidad de religiosos en Barbastro o "la guinda" de la progresía, con más de 2.500 personas fusiladas en Paracuellos, así, por las buenas. La Historia debe ser completa, no sesgada y parcial.
¿No creen ustedes que esto también debe conocerse, recordarse y que sirva de enseñanza? Pues manos a la obra. "Calle de la Voladura", "Jardines de los Incendiarios", "Plaza de los Mártires de Turón" o algo similar son sugerencias para recordar nuestro pasado. Si así ocurriese, entonces podrían sentirse verdaderamente "demócratas hasta los tuétanos".
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