Esto va para largo
El paro y la situación económica son las principales preocupaciones de los españoles, anota un reciente barómetro del CIS, aunque la valoración de los políticos cae en la estimación más baja desde hace más de una década.
Quizás esto último tenga algo que ver con el espectáculo al que esos mismos ciudadanos tienen que asistir. El primer partido de la oposición, que se supone debería estar centrado en promover alternativas a las políticas del Gobierno y no se puede quejar de falta de oportunidades, apenas da abasto a poner orden en sus propias filas y acabar con el esperpéntico espectáculo de la corrupción que le atañe directamente.
Zapatero y sus ministros (palmeros amarrados al sillón de la política) no se cansan de repetirnos, como si realmente fuéramos memos, que lo peor de la crisis económica ya ha pasado, cuando el FMI, el Banco Central Europeo, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia (socialista él), ni ningún economista relevante e independiente que se precie, piensa como ellos. Hasta los ciudadanos de a pie nos imaginamos que la tasa de desempleo para el año próximo no dejará de rondar por encima del 20 por ciento.
Asimismo, el Ejecutivo afirma que está trabajando para salir de la crisis. Faltaría más, para eso está ahí. La pregunta del millón es si lo están haciendo en la buena dirección porque, en esta cuestión, seguimos compitiendo con Letonia por la cola de Europa.
Primero, se ha dilapidado gran parte del superávit de las cuentas públicas con medidas electoralistas como la de los 400 euros; después, han mejorado las aceras de los municipios españoles con el parche del Plan E, y ahora han decidido subir los impuestos para seguir pagando las prestaciones por desempleo. Es lógico pensar, pues, que con tales medidas no se reactivará la economía.
Queda meridianamente claro que hasta por lo menos el año 2011 no se verán síntomas de recuperación en el mercado del trabajo. Es evidente que el paro es uno de los grandes problemas que tiene España, en buena medida porque no se ha llevado a cabo ni una sola reforma estructural que ayude a paliar el efecto demoledor que para nuestro país supone (y va a seguir suponiendo), un desempleo galopante.
Por ello, desocupación laboral más subida de impuestos igual a menos consumo, lo que traerá a su vez mayor paro. Es decir, el pez que se va a seguir mordiendo la cola por mucho tiempo aún.
Esto influye a pensar que o nuestros gobernantes se operan de su miopía o esto tendrá un largo y pernicioso final para la ciudadanía.
José Antonio Gutiérrez González
Piedras Blancas
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