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Doble injusticia educativa para fisioterapeutas y niños con discapacidad física

13 de Octubre del 2016 - MªJosé Lamagrande Arias y Rosa Mª Bachiller Martínez (nd)

Hace unos días, una compañera fisio ya explicó cómo quieren recortar nuestros contratos laborales y quiero seguir defendiendo no solo nuestros derechos como trabajadores, sino también los de los niños a los que atendemos, porque evidentemente se verá mermada la atención que reciban…qué pasa, que los alumnos con discapacidad física se merecen menos que sus compañeros que no tienen limitaciones motrices? Entonces nuestra administración quiere Integrar o Discriminar? hacer Inclusíon Educativa o Exclusión a la diversidad? Les quieren poner las barreras más difíciles de franquear… las que solo reconocemos en sus caritas los que podemos intuir que están sintiendo en determinados momentos de impotencia… lo mismo que sus fisios ahora…No, mucho peor. Así jugamos con nuestros servicios públicos? Aprovecho a dar mi apoyo a nuestros compañeros del sistema sanitario que también tienen lo suyo ¿Cómo queremos que las personas confíen en la Educación y la Sanidad pública si no reciben calidad? Pues que sepan que la mayoría de las veces, la culpa no es del gran profesional que está dando la cara, sino del que está detrás y no le permite trabajar como debiera. No dudo que será complicado gestionar el dinero público, pero por favor ¡no caigan tan bajo de recortar en esto! en los sueldos de unos diplomados y de los grupos laborales más bajos, en el punto débil de los colectivos más pequeños que no nos podemos defender, y mucho menos, en la atención de los niños con necesidades educativas especiales.

Qué razón tiene el refrán que “la ignorancia es muy atrevida”…si conocieran realmente nuestro trabajo diario, nadie se atreviera a cuestionarlo ni a modificarlo para peor ¿han contado desde su despacho mis horas y les parece que son pocas? Ah! Es que si no tengo un alumno entre manos no estoy trabajando…¡qué gran desconocimiento! Y porqué creerán eso…“Piensa el ladrón que todos son de su condición? vuelvo a hacer la propuesta de mi compañera, a ver si algún valiente me acompaña un día a hacer mi jornada, estaría encantada, entre otras cosas porque no me sobraría un ayudante, pero voy a darle unos consejos que vendrán muy bien a quién se atreva: en mi caso particular, venga con calzado cómodo para pegarnos buenas caminatas a lo largo del día, las piernas ágiles para ir deprisa, el móvil particular bien cargado para hacer las llamadas laborales que nos surjan mientras itineramos de un cole a otro aprovechando ese valioso tiempo, algún tentempié a mano para reponer fuerzas en cualquier momento por si no podemos hacer nuestro descanso, una libretina para apuntar las tareas imprescindibles que dejaremos pendientes a hacer cuando los alumnos ya marchen a sus casas y por supuesto: dispuestos a dar mucho cariño, transmitir calma y comprensión, mucha paciencia, empatía y una buena fortaleza emocional combinada con la mejor de sus sonrisas; todo ello unido a la capacidad de aplicar nuestros conocimientos en un entorno educativo y coordinándolos adecuadamente con los del resto de los variados perfiles profesionales con los que trabajamos en equipo para conseguir resultados lo más beneficiosos posibles para cada alumno en particular… porque son unos seres humanos estupendos pero con muchas y grandes dificultades. ¿O quieren mejor que trabaje como un robot? No se preocupen que muchos días ya me siento así, y lo peor, con el tiempo tan ajustado que no puedo abordar estos niños y adolescentes con el mínimo trato que merecen; por eso dedico más horas cuando ellos no están, para tener todo lo más preparado posible cuando sé que el horario lectivo será un contrarreloj; al igual que mis compañeros maestros, que también quiero reconocerles su labor y su dedicación, porque ya es hora que la sociedad los valore por su trabajo y no los señale sólo por sus días festivos.

Llevo 16 años trabajando como fisioterapeuta en la comunidad educativa, dónde fui abriendo camino a mi profesión, a día de hoy me siento integrada , mis compañeros respetan y valoran mi labor, cuentan conmigo y yo con ellos para poder abordar con más normalidad a estos alumnos que muchas veces no saben como manejar por sus dificultades físicas, pero que al quitar ese miedo inicial, conseguimos luego entre todos mejorar sus capacidades y que puedan participar lo más activamente posible en sus actividades escolares ¿Vamos a retroceder y tirar abajo todo esto ahora? Con todo el camino que nos queda aún por recorrer…

Me gustaría contar un poco de nuestro día a día ya que es lo más fiable que tengo para dar a conocer nuestra realidad de primera mano y con gran sinceridad (todo centro donde he trabajado y familias que he coincidido pueden dar fé y no lo diría si no estuviera segura de ello): Trabajo del 1 de septiembre a 30 de junio COMO MÍNIMO, muchos días no tengo mi media hora de descanso obligatoria por convenio, dedico tardes enteras preparando reuniones, sesiones y material (lo que ahorra dinero a la administración)…y no lo proclamo porque es lo que tengo que hacer y me pagan por ello…hasta ahora, claro está. El otro día pude tomarme un rápido café cuando una alumna tuvo que ir al baño aprovechando que como necesita grúa para pasar al w.c. tarda un poquito más; la otra tarde la echamos entera 3 compañeras en hacerle un nuevo asiento a un alumno para que esté bien sentadito y no se caiga de su silla de aula, unas cuantas horas sumadas a la preparación previa y los arreglos posteriores; los momentos más duros son vivenciar las crisis convulsivas de algunos niños, sus frustraciones diarias y presiones a las que están sometidos y vienen a explotar con nosotros porque saben que encontrarán apoyo, las angustias de muchos papás desbordados por determinadas situaciones que también nos comparten porque confían en nosotros…es que es parte de nuestro trabajo! …Al igual que observar la satisfacción y felicidad que desprenden con sus logros y avances, como conseguir correr unos minutos con los compañeros al aire libre en su clase de educación física; o la sonrisa de un niño cuando tiene su sillita nueva y puede estar sentado cómodamente en clase como todos los demás; y que decir cuándo consiguen mantenerse sentados y mirar al frente sin caerse, fuera de su silla de ruedas…y cuántas cosas nos enseñan ellos a nosotros…por eso me siento orgullosa de mi trabajo…porque todas estas cosas no tienen precio, que pena que todo el mundo no viva experiencias así alguna vez en su vida…¡cuánto mejoraría el mundo! pero lo más penoso es que los que tienen en sus manos reconocer y mejorar estas labores, decidan hacer lo contrario.

Quiero recordar también a mis compañeros auxiliares educadores, igualmente afectados. Entre las valiosas labores que desempeñan, se me ocurre recordar que comen en los comedores escolares a la vez que les dan la comida a los niños, se la trocean, los limpian, los controlan, los llevan al baño si les hace falta en esos momentos…y todo ello en medio de la jauría de un comedor escolar…se pueden imaginar…a mucho pez gordo quisiera ver yo comiendo en esas condiciones todos los días.

Por supuesto que tenemos días más relajados, con nuestra media horita de descanso y todo…pues bien merecido nos lo tenemos! como la mayoría de los trabajadores no? … y si no, a ver quién es el guapo que me lo niega…O es que todo el mundo trabaja a destajo… ¡seamos honestos por favor! Yo tengo la conciencia bien tranquila que cumplo con mi trabajo lo mejor que puedo y más ¿todo el mundo la tiene? Ojalá que sí.

Ah! No quiero olvidarme de los días que algún niño falta a clase, y tenemos un desahogo para adelantar trabajo, Uy! Cuidado , que los días que van a revisiones médicas y ya saben que no acudirán al colegio igual son horas que me van a descontar de mi sueldo…no se preocupen, estaré ocupada en alguna tarea, se lo aseguro, y por supuesto, ya he dedicado tiempo en revisar si tengo que transmitir información importante a su médico o él a mi posteriormente; Todo ello bajo la confidencialidad de la información y el consentimiento familiar…trabajamos con patologías serias, y en cierta medida, nos sentimos responsables de su evolución; no es para tomarse a broma nuestro trabajo, que la verdad que algunas veces así nos lo parece.

En fin, espero que estas anécdotas ayuden a ir tomando otra perspectiva de toda esta situación, y que se deduzca también quien serán los más afectados de estas medidas que se acaban de aprobar …pues sí, los niños, esas personitas con las que yo seguiré trabajando en sus centros educativos mientras pueda. La consejería hará lo que quiera, puede seguir jugando con nosotros a la ley del más fuerte…esa sociedad es la que quieren? Competitiva? Deshumanizada? Muy bien, quédense con sus sueldos pero que sepan que hay cosas que no se pueden comprar con dinero…por favor, enfríen sus mentes y abran sus corazones… a lo mejor descubren que están equivocados, están a tiempo, no vaya a ser que más adelante cuando tengan en frente a un niño con limitaciones físicas y necesidades educativas especiales, remueva su conciencia por no haber tomado las medidas más acertadas en el momento oportuno, a la hora de mejorar y luchar por su futuro, al igual que por la política de empleo de la sociedad que está en sus manos. Si les entraran ganas de llorar, no se preocupen, que no serán los primeros.

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