Un artículo sin ninguna gracia
En el octubre pasado leí, y no precisamente con agrado, el artículo firmado por Milo Rodríguez Cueto, con el encabezamiento: "José Suárez Arias-Cachero, en el papel de nazi".
Oviedo es para mi una ciudad entrañable.
Mi madre, que en paz descanse, decía que siempre cuando paseas no das muchos pasos sin saludar a alguien.
Esa sensación de ciudad con afecto en la que tenemos todos muchos amigos y conocidos, y donde se propicia la amistad y las relaciones humanas. Por motivos profesionales tengo que pasar mucho tiempo fuera; en seguida añoro esa ciudad tan abierta y afable que es Oviedo.
El humor asturiano es un humor ingenioso que, cuando se utiliza el bable, pueden aparecer esos giros de palabras que tanta gracia tienen. Recordemos aquellos monólogos en bable que tanto diviertieron y divierten cuando hay alguien que, con gracejo, nos obsequia con alguno.
El estudio de los periódicos como book de actores que hace el señor Miro Rodríguez Cueto en su artículo, y que da como resultado ver a José Suárez Arias-Cachero en el papel de nazi, según él descubriendo sus posibilidades histriónicas, no me parece ni ingenioso, ni inteligente, ni mucho menos gracioso. Si, quizás una proyección psicológica suya, la del señor Milo, pero de escaso interés.
El reírse con los políticos forma parte de la tradición cultural no sólo española sino mundial, pero este artículo según mi opinión no tiene gracia, y determinados temas y personajes pueden herir la sensibilidad de muchas personas. Los casos de Aida Ocerasky y Ximena Herrero, como personas de la comunidad judía lo demuestran.
Este artículo rompe con esa sensación de ciudad de habitantes inteligentes y educados. Intrínsicamente y objetivamente la obra artística de un loco, por ejemplo, de Van Gogh, que entendió su pintura como vía de salvación personal y produjo obras bellas; pero no es el caso.
Ruego que se filtren estas colaboraciones. LA NUEVA ESPAÑA es un periódico de categoría y desentonan.
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