¡Vamos a por las terceras!
Sabemos, por el dicho popular, que no hay dos sin tres; y si se han ganado dos elecciones a toda esta progresía independentista y bolivariana, hay razones de peso suficientes para ganar unas terceras.
Hasta hace unos días, no era partidario de ellas ¡sinceramente!; pero ahora, y tal como se están desarrollando los acontecimientos, afirmo: Antes una España doblada que quebrada. Y dada la flexibilidad de España como nación, será mejor lo primero, que lo segundo. Y por tanto, para que nuestra nación no se parta, por mucho que se la doble, lo mejor y hasta lo más razonable para toda la legislatura, es la de dar de nuevo voz a los españoles, quienes lograremos conformar una mayoría, que no sea rehén ni de partidismos, ni de personalismos.
Estoy plenamente convencido, que el actual partido en el gobierno, logrará la mayoría suficiente, para no tener que depender, de independentistas, ni romper a ningún partido, como sería el caso, del PSOE, (si al final, unos se abstienen y otros, aunque sean solo los catalanes, rompen la disciplina de voto, y pasan de facto, a convertirse en grupo a parte, dentro de la Cámara) con lo cual, la estabilidad económica, social política y parlamentaria, quedaría a salvo, de los ulteriores pactos, para intentar la ingobernabilidad de España, aunque sea solo en una parte de su talón de Aquiles como lo es los Presupuestos Generales del Estado. Pues una mayoría del P.P, pudiera ser suficiente, con solo el apoyo de Ciudadanos y de algún diputado de grupo mixto.
Claro, que a contrario sensun ,unas nuevas elecciones, acarrearían de igual manera, otro sacrificio más a los españoles, que seguirían padeciendo las consecuencias, de no solo haber perdido este año, si no, todo el primer trimestre del que viene y con unos presupuestos prorrogados. Pero soy de los que pienso, que una abstención del PSOE ahora, (por cierto de una manera forzada) me temo sea pan para hoy y hambre para mañana; pues los socialistas, tienen que justificar, su postura, con una oposición con la vista puesta en ser de alguna forma alternativa de gobierno. y derrocar a Mariano Rajoy, pues ese es el fin, y para ello no importan los medios.
Dicho lo anterior, y tras razonar sobre la situación real de los inquilinos de la calle Ferranz, que parecen más unos ocupas, que otra cosa; Uno piensa - y creo que no sin alguna razón - que para tener a España maniatada, por los que ya han demostrado que para ellos España no existe, sus instituciones tampoco, su unidad menos y su enseña e himno, no son más que residuos fascistoides. Lo mejor; es acudir a las urnas, antes de otra vez mas en la historia de España, alguien las rompa.
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