La primera final
Todavía recuerdo muy bien cuando a la conclusión de la tercera jornada de esta ahora denominada Liga Santander no fueron pocos los sportinguistas que lanzaron las campanas al vuelo, viendo ya en este equipo poco menos que a un Sporting en plan "gallito" de la competición, capaz de aspirar a las más altas cotas. Se habló incluso de volver a las competiciones europeas, tal era el estado de euforia del que algunos se embriagaron.
Pero hete aquí que apenas un mes después, tras encadenar el Sporting cuatro derrotas consecutivas, llegaba a El Molinón un Valencia con nuevo entrenador en el banquillo como solución a un desastroso inicio de temporada, y ocurrió lo que todos ya sabemos.
De modo que mientras a finales del verano el sportinguismo respiraba optimismo por los cuatro costados, con la entrada del otoño todos esos sueños se han ido al suelo, cual hoja caduca. Así que, visto lo visto, sería mejor afrontar la realidad, preguntándonos en primer lugar qué es lo que ha ocurrido para semejante cambio en tan poco tiempo, pero, sobre todo, qué medidas se han de tomar (si es que procede tomar alguna), para evitar que cuando llegue el invierno, por seguir con la metáfora estacional, no estemos con la nieve cubriéndonos por completo. Porque ¿no sería fantástico poder disfrutar, por fin, de una primavera florida y relajada?
Lo que no se puede negar es que cada vez que se habla de "medidas a tomar", cuando un equipo entra en una racha de resultados tan negativa como la que atraviesa el Sporting, la figura del entrenador pasa a un primer plano. ¿También en el caso de Abelardo?, podemos preguntarnos. En mi opinión, sí. Al míster gijonés nunca se le podrán agradecer en su justa medida los dos milagros que obró de forma consecutiva y que, además y lo más importante, supusieron la supervivencia como entidad del Real Sporting de Gijón SAD. No fue sino él el principal artífice de que un equipo formado en su amplia mayoría por gente de la casa, debutantes primero en Segunda y posteriormente en Primera, diera probablemente mucho, muchísimo más de lo que con cualquier otro entrenador hubiese dado sobre el campo. Pero en el fútbol el pasado es pasado y lo que importa es el presente, y los entrenadores son los primeros en ser conscientes de que dependen única y exclusivamente de los resultados. También Abelardo.
Y es que hay un hecho objetivo: este año se ha realizado una remodelación casi total de la plantilla, con trece incorporaciones, siendo el director deportivo, Nico Rodríguez, el máximo responsable de esas llegadas, pero es lógico pensar que con la aprobación también del entrenador. Creo entonces que es muy respetable y entendible que el aficionado esta temporada, donde podemos afirmar sin ningún tipo de tapujo que se ha pasado del "Sporting de los guajes" al "Sporting de los fichajes", exija al equipo y, por supuesto, también al entrenador algo más que un decimoséptimo puesto. Porque de lo contrario, para llegar al mismo punto en un mismo viaje, ¿eran necesarias tantas alforjas? ¿Y tan caras algunas de ellas? No estaría mal así, por ejemplo, conocer a cuánto ascienden las fichas de la primera plantilla esta temporada y la diferencia de dicha cuantía con respecto a la pasada.
A los que hemos sido siempre defensores a ultranza de Mareo, a pesar de todo lo oscuro que encierra en su interior la Escuela de Fútbol y que sería motivo profundo de debate, nos duele en nuestro alma rojiblanca ver cómo alguien que creíamos "de los nuestros", al final, ha contribuido también a la destrucción de un proyecto real basado en Mareo, para dar pie a otro que aún no se sabe muy bien en qué se sustenta. Porque el hecho de que cuando estamos todavía en la jornada novena se hable ya de una primera final para el Sporting dice muy poco sobre la solidez de los cimientos de este nuevo "edificio". Se podrán traer todos los ojeadores y jefes de ojeadores del mundo, pero si luego algunos jugadores llegan como llegan y de la mano de quien llegan...
Mi impresión es que, al final, por más que intentemos negar la evidencia, ésta se acaba manifestando inexorablemente: mientras en el Sporting sigan mandando los mismos (el mismo) de siempre, por mucho que las cosas parezcan cambiar, todo seguirá igual.
¡Aúpa Sporting!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo