Science, la asignatura del futuro
Dentro de este sistema educativo “taaan bueno” que tenemos para nuestros hijos, nos encontramos con la asignatura de science, una asignatura bipolar, en la que es difícil encontrar un punto intermedio; ya que su temario es muy extenso. Trabaja contenidos por ejemplo de ciencias naturales como la célula, propiedades de la materia, el sistema solar etcétera.
Para todo esto se necesitan horas y horas de estudio y memorizar conceptos gramaticales nuevos que estos pequeños no han visto en ninguna parte, y que desgraciadamente no guarda correlación con ninguna asignatura en español; como sería en este caso ciencias naturales en nuestro idioma, para que ellos pudieran razonarlo y entenderlo; por lo que a estas criaturas no les queda más remedio, que lo dicho vulgarmente “empollar”, para poder pasar. Ahora, preguntémosles dos semanas después del examen y ustedes comprobarán por si mismos para qué les ha servido a estos niños. Para nada.
El otro día, mi hija comentaba “vale mamá, se como se dice esto, esto y también esto otro y puedo decir en que parte está y si me pongo malita decir esa parte en inglés, ahora como llegar al hospital, esa ... va a ser otra”.
¿Qué quiero decir con esto?
Que mejor dediquen tiempo al inglés de verdad, con vocabulario que realmente les valga a los niños para desenvolverse en la vida. Porque cuando estén en otro país, no creo que les pregunten por la célula, o el sistema nervioso, o por las neuronas.
Un niño de dos años habla y entiende perfectamente; lo que no sabe es escribir; eso viene más tarde; pero aquí les metemos vocabulario y gramática a la vez; y lo primero es hacer el oído a una nueva lengua y acostumbrarse a hablar y luego, vendrá todo lo demás. Por eso, en mi humilde opinión, en España, no aprendemos bien inglés ni para atrás; eso sí, tenemos science que es la asignatura del futuro. ¡Viva el bilingüismo!”.
María Antonia Sánchez Alonso, Oviedo
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