Cuando la libertad es superada por el libertinaje
De defender la muerte de los animales por actividades humanas, a rogar la muerte de un niño de tan solo ocho años.
Esa es la cuestión que miles de españoles no paran de debatir en la última semana, ya que Adrián, un niño de ocho años enfermo de cáncer declaró que cuando se cure quiere ser torero ya que es su mayor afición desde que era pequeño, pero el problema llega cuando los defensores de la tauromaquia subieron millones de tweets suplicando por la muerte de este niño, utilizando comentarios despectivos e incluso algunos de ellos llegando a la amenaza.
Por otra parte, muchas personas defensoras del cáncer y toreros se han enfrentado a estos comentarios en la red defendiendo a Adrián, el cual se emocionó mucho al oír el discurso de Cayetano Rivera diciendo que esto no se debe tolerar y que se iba a curar.
Ahora bien, nosotros debemos de pensar que defender a un animal es una idea como cualquier otra pero no se debe llevar a ciertos límites en los que se juegue con la vida de una persona.
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