Horarios a la carta
Harta de ver en los medios de comunicación la importancia de la educación de los hijos asistimos indignados una vez más a la cruda realidad:
El calendario escolar es totalmente demencial (fiestas absurdas, vacaciones exageradas) donde los niños pierden el ritmo tan importante según los profesionales.
Y por si fuera poco difícil organizarse, ahora los que trabajamos en grandes superficies nos vemos obligados a firmar los horarios a la carta consistentes en turnos de nueve horas seguidas (de 11 a 10 de la noche) sábados y domingos incluidos.
Alguien me podría explicar cómo voy a dedicar el tiempo que necesitan mis hijos para hacer deberes, acompañarlos a actividades extraescolares... algo tan importante según psicólogos, pedagogos, etcétera.
Además de que el modelo familiar cambió, ahora trabajan los dos padres a veces con los mismos horarios y lo que podría ser el disfrute de los hijos se convierte en una gimkhana de lugares en los que se puedan hacer cargo de ellos.
Mi pregunta es: ¿conciliación o suicidio familiar?
Natalia González Amez, Oviedo
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