Pajares: llevar antinieblas, 200 euros
El día 29/10/2016, a las 20.30, circulando por el puerto de Pajares con dirección Oviedo, me detuvo un motorista de la Guardia Civil (n.º identificación D64238D de la unidad 3304), me manda hacer un giro de 180º, detenerme en el arcén y, dirigiéndose hacia mí, me dice: "Lleva puestas las luces antiniebla delanteras y eso supone un peligro potencial para el resto de los conductores". Le contesto que las puse a la altura del desvío para el Brañillín por haber un banco de niebla y que si se fijaba la mitad de los vehículos que pasaban las llevaba puestas, a lo que me respondió que él no podía parar a todos y que era una falta grave, recogida en el Código de Circulación.
Acto seguido me pidió la documentación y procedió a tramitar la sanción –este proceso duró aproximadamente 40 minutos–, debido, según argumentó, a que estábamos en una "zona oscura" que no recibía bien la señal. Espero estoicamente a la vez que pienso "situación curiosa ésta, me sancionan por exceso de luz y al agente le faltan luces para tramitarla".
Transcurrido ese período de tiempo, me entrega la sanción previo apoyo en el techo con su terminal, dejándome un bonito recuerdo en forma de rayón y mandándome en tono imperativo hacer otra vez un giro de 180º e iniciar la marcha.
En mi opinión, tanto el tono como las formas empleadas por el agente estaban fuera de lugar y me recordaban épocas pasadas, pero, ¡sorpresa!, lo mejor estaba por llegar. A la altura de Pola de Lena me rebasan, su compañero sigue por el carril de adelantamiento, pero el mencionado agente hace una maniobra brusca introduciéndose a escasos metros delante de mi vehículo para, acto seguido, volver al carril de adelantamiento. Hago referencia a dicha maniobra por el peligro que entraña la misma, tanto para mí como para el propio agente, que sí demostró pericia a pesar de tratarse de un hombre de edad con un abdomen globuloso, pero muy capaz y hábil a la hora de realizar este tipo de maniobra, que, a mi entender, sobraba por el riesgo que entraña.
Ésta es mi queja, a la vez que la hago saber al resto de los automovilistas, para evitar estas situaciones lumínicas de evidente peligro para el resto de conductores y así evitar también una sanción pecuniaria.
Ramón Castaño Fernández
Oviedo
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