¿Por qué?
Con ira y con una ansiedad que pedía a gritos una explicación asumible que la calmara, me dio a mí el otro día por plantearme una vez más los handicaps con los que cargamos las mujeres por el hecho de serlo.
Yo no sé si fue porque leyendo el libro de Mary Beard, "SPQR", se me fueron revolviendo las tripas al constatar una y mil veces más cómo las injusticias, las diferencias siempre en contra de los más débiles, la peor parte, en fin, todo lo que se quiera y más es no ya desde la antigua Roma, sino desde la Prehistoria, algo innato a los seres humanos.
Y me entró una especie de rebeldía contra la madre Naturaleza, esa madre tan, tan madrastra con algunos y tan mala madre que no encontraba consuelo.
Y en concreto en el tema mujer versus hombre, ¿por qué narices las mujeres tenemos que sufrir una serie de hechos naturales que nos condicionan para la vida diaria?
Hablo de la regla, de la pre-regla, de la ovulación, del embarazo, del parto, del post-parto, de la menopausia y de lo que se quiera añadir.
¿Cómo una mujer va a estar en igualdad de condiciones con todas estas cargas con un hombre?
¿Cómo, quién, por qué y cuándo se decidió que esto debía ser así por el mero hecho de encargarnos de traer hijos al mundo y perpetuar la especie?
¿En qué momento un hombre y una mujer, en su cueva, decidieron que ella se quedaba cuidando y amamantando al hijo y él iba a cazar?
Y siglos y siglos después, más o menos, las cosas siguen igual.
¿Pero qué Derecho Natural ni qué gaitas puede admitir esto como algo establecido y lógico?
Me parece tan discriminatorio para la mujer, tan injusto cargarla con esta responsabilidad que la aparta (ahora menos, pero a costa de nuestra salud física y mental) de poder tener las mismas oportunidades que un hombre, pero no ya en cuanto a un trabajo, sino en cuanto a disfrutar de una vida sin achaques constantes, con unas hormonas que lo mismo están un día de buenas que otro de malas y que nos condicionan tan de diferente manera que a los hombres.
No renuncio a ser mujer, soy muy mujer y me encanta, madre y madraza, lo mejor que hecho en esta vida es tener a mis hijas, pero no por ello dejaré de repetir hasta agotarme que es injusto, que la Naturaleza se ceba en nosotras y no lo justifica todo el hecho de tener en nuestro poder perpetuar la especie.
No puedo con las diferencias, ni sociales, ni de sexo, ni por haber nacido en un lugar o en otro, pero quién es el dueño de nuestras vidas hasta ese punto, hasta marcarnos desde la concepción para toda la vida?
¿Cómo se aprovechó una sociedad hecha para y por los hombres de tal manera que ha marcado la vida de millones y millones de personas desde lo más remoto hasta hoy?
¿Cómo se pudo consentir el tratarnos a las mujeres como seres sin alma, sin inteligencia, sin nada más que un aparato reproductor y una imagen atractiva?
Como las verdaderas protagonistas de este mundo, pues en nuestras manos está el que se acabe la humanidad o siga, ¿cómo es posible que no pudiéramos decidir nada de nada, ni civilmente como ciudadanas, ni en el aspecto religioso, ni en ningún otro?
¿Pero quién diseñó este mundo tan sumamente absurdo y tan injustamente dañino?
¿Por qué no se facultó también al hombre para la reproducción, para poder tener hijos y así se hubiera repartido ese factor tan decisivo y como consecuencia todo lo demás?
Yo quiero volver a la cueva y hablarlo.
Coro Junquera Lantero
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