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Ahora sí, ahora no

13 de Noviembre del 2016 - Coro Junquera Lantero (Oviedo)

Ahora esto es bueno para la salud, ahora es malo.

Empieza uno a sospechar que detrás de tanto cambio están unos intereses creados de determinadas empresas, de determinados sectores. Un día es bueno el pescado blanco, otro ya no y ahora lo sano es el azul. Un día el ibuprofeno nos va a matar y otro día la aspirina previene no sólo de infartos, sino del cáncer de colon.

Un día es buenísimo correr y se llenan todas las ciudades de gente corriendo como loca, llenos de aparatos colgando para controlar los latidos del corazón y la tensión arterial y con unos equipos muy coloridos, y al otro día lo bueno es caminar y con media horita basta.

Y así con tantas y tantas cosas.

Y hoy leo en un periódico que unos investigadores franceses, oh, là, là!, han llegado a la conclusión de que el sujetador femenino es malo para los pechos. Yo creía que la controversia de sujetador sí, sujetador no ya había pasado a la historia de aquel feminismo que encontraba en su uso o desuso respuesta a muchas de sus cuestiones. Y que lo que en su día se vio como una forma de liberación femenina, acabó como tantas otras cosas, en que cada cual haga de su capa un sayo.

Pero según estos investigadores galos, el sujetador es malo porque debilita los músculos del pecho, que no se fortalecen debidamente porque el susodicho hace la función de sujetar que deberían hacer los músculos correspondientes. O sea, que al usar el sujetador se te van ablandando los músculos y cuando te das cuenta te llegan los pechos a las rodillas y tienes que ponerlo, entonces sí que por narices.

El problema es que a los 18, a los 20, a los 30, ni necesitas sujetador ni nada. Todo se sostiene por sí solo y ni falta que hace sujetador ni nada por el estilo. Te lo pones por costumbre, porque te sientes más cómoda, por no ir pidiendo guerra, por lo que sea, pero no por necesidad. Pero hay una edad en que necesitas el sujetador como el aire para respirar.

No sé si estos galos tan estupendos han hecho la prueba de tener durante toda una vida a un grupo de mujeres con sujetador y a otro grupo sin sujetador, para cuando llegan a la edad madura comprobar la distancia en centímetros de los pechos a las rodillas de cada grupo de mujeres. No lo creo, y sólo tienen que mirar a las nativas del Amazonas, que no han visto un sujetador en su vida ni en foto y a determinada edad tienen unos colgantes por pechos que ríete tú de la caída libre. Porque las cosas se nos van cayendo por su propio peso, por la ley de la gravedad y por los años.

Y todo lo que está arriba puede bajar, pero no todo lo que está abajo puede subir. Así que cada una mire por lo que más le convenga, con lo que se sienta más a gusto y que el próximo trabajo investigador de estos señores sea sobre los suspensorios, que también a ellos se les cae lo que no se les tendría que caer.

Con motivo de estudios sobre el cáncer de mama también se ha cuestionado y se cuestiona la relación entre dormir con sujetador o no hacerlo, respecto de la incidencia de este cáncer en una u otra situación. Y lo que se dice a conclusiones determinantes, como que no se ha llegado.

Hemos pasado del sujetador "push up" a ir sin nada y que sea lo que Dios quiera, no lo creo. Estamos en la era del todo arriba, nada abajo

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