El magnate mangante
9 de noviembre, "Día internacional contra el fascismo y el racismo".
Bonito día para celebrar las palabras del magnate-mangante, recién aupado a la Presidencia de los EE UU: "Restableceré el ahogamiento simulado para los sospechosos de terrorismo"; "México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, crimen, que son violadores".
Cuando nos frotábamos los ojos, no concibiendo que un país acabara en manos de un candidato inmerso en casos de corrupción, veíamos cómo la Europa del euro (la de la Unión, permítame el tono irónico) perdía a uno de sus miembros fundadores por votación ajustada y contra todo pronóstico. Al tiempo, los países del Este, últimos estados miembros incorporados a la UE, cerraban sus fronteras y perseguían a lo largo de su territorio a refugiados sirios.
Entre tanto, al sur del canal de La Mancha, otros estados, los considerados con una cultura democrática muy afianzada, como Francia, Holanda, Bélgica, ven cómo la extrema derecha avanza y con un discurso xenófobo, radical, paralelo a los iluminados que sembraron la II Guerra Mundial sigue cosechando adeptos, sin que los partidos tradicionales consigan ponerles freno, pese a reiterarse en unos principios cavernarios.
Posiblemente, el panorama que presento sea muy preocupante, pero después de la victoria de Trump, no creo que se me tache de alarmista si digo que la situación pasa a ser crítica.
De entre todos los candidatos que pudieran poner al frente del país que lidera el mundo, pese a que por ese cargo ya pasaran personajes como Bush y Reegan, dudo mucho que pudiera ser peor, ¿por qué?, pues sencillamente porque este impresentable no ocultó a nadie sus odios, pretensiones, ni ambiciones, y con ello y todo ha conseguido triunfar. Si cualquier persona (norteamericano) públicamente se permite vociferar ufanamente que podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería ni un votante, realmente ¿alguien duda de que el mejor sitio para encerrar a este homínido (o su rebaño) es una prisión o un psiquiátrico?... Pues no, el mejor lugar es la Casa Blanca, porque este neandertal, multimillonario y constructor (¡qué casualidad!) ya nos dejó claras sus intenciones cuando se mostró dispuesto a levantar un muro en la frontera con México; sus palabras: "¿Cómo construir miles de kilómetros de muro? Muy fácil, soy un constructor. Es más difícil construir un edificio de 95 plantas".
Cuando cursaba EGB me enseñaron que un estadista era una persona con grandes conocimientos y experiencia en política y asuntos del Estado, pero creo que esa figura quedó en desuso. Hoy, conversando con un amigo, convenimos nuevamente en el parecer de que actualmente las naciones las gobiernan empresas con ánimo de lucro que aúpan a un pelele, apoyado por ciertos medios de información carentes de objetivismo, que no tienen ánimo alguno de velar por sus ciudadanos.
Este mundo se va al garete, no hay solución, prepárense para lo peor: mercados, economía y planeta. Trump y Putin impondrán su particular demo-dictadura a nivel mundial, sometiendo a devastación el objetivo que se fijen, y el pagador será la Humanidad, la que quede o, mejor dicho, si es que existe, la que hubiera.
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