Los progres y la Navidad
Al igual que sucede cada año, según se acercan las Navidades, resurgen voces y escritos de "progres" de toda la vida que denuncian que esto de la Navidad no va con ellos.
Serían estas unas opiniones muy respetables si las mismas no fueran acompañadas a veces por escritos denigrantes cuando no ofensivos.
Estas persons antes de extralimitarse deberían pensar que los católicos practicantes celebramos estos días el nacimiento de Cristo, y si su sentir no es el mismo sería de desear que respetaran sentimientos diferentes a los suyos. ¿O es que acaso la democracia no exige el respeto a ideas ajenas aunque sean diferentes a las nuestras?
Otro sí; recientemente surgieron escritos en contra del clero católico a causa del vergonzoso proceder de algún sacerdote u obispo. La culpabilidad de unos pocos se pretende extender al resto de la Iglesia.
Entre la actual clase política están saliendo a la luz pública escándalos de toda índole: económicos, de drogadicción, sexuales, etcétera; y otro tanto sucede entre ciudadanos particulares, epro no por ello la culpabilidad d eunos pocos debe extenderse a la sociedad en general.
Estas personas que tan gratuitamente se ensañan y ofenden a la Iglesia, deberían pensar en que instituciones como Cáritas, la Cocina Económica, Albergue Covadonga, Sanatorio Marítimo, y otras muchas instituciones, están dirigida por monjas, sacerdotes, o seglares católicos. Actualmente tan sólo Cáritas atiende y da de comer a más de un millón de personas, y día a día va en aumento la cifra de toda suerte de desfavorecidos y desarraigados a quienes instituciones católicas atienden.y todo merced a la lucha y el esfuerzo de monjas, curas y seglares católicos.
Quienes se "lucen" con sus escritos contra todo lo católico, que piensen por una vez que los que obran mal son personas humanas, no dioses, y tan personas humanas como cualquier civil, ellos mismos incluidos. ("El que esté libre de pecado que tire la primera piedra").
Si no existiera la Iglesia Católica, con sus instituciones de socorro y ayuda, los enormes problemas de este país se verían aumentados. Los católicos no pedimos que se comulgue con nuestras ideas quien no lo desee, pero sí pedimos respeto para nuestras opciones y creencias.
Jaime Juanmartí Farré, Gijón
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