Homenaje a Enrique Urquijo y Los Secretos
Os voy a contar un Secreto:
Hace ya diecisiete años que nos dejó Enrique Urquijo, líder y fundador del grupo de música pop-rock Los Secretos. Aquel día me encontraba de viaje, no recuerdo dónde, pero lo recuerdo como Un día gris, un día lluvioso y plomizo de noviembre.
La música y las letras de Enrique y Álvaro Urquijo han formado parte de la banda sonora de mi vida. Por edad conocí a Los Secretos algo tarde, a finales de los 80, pero desde la primera vez que escuché Déjame, uno de los grandes himnos del pop español junto a La chica de Ayer de Nacha Pop y Cuatro Rosas de Gabinete Caligari, me puse a investigar hasta conseguir su primer EP en vinilo y el resto de LPs; conseguí la maqueta original que grabaron en sus inicios cuando se llamaban Tos y tuve la suerte de conocer a Enrique y Álvaro en persona.
Siempre me ha fascinado ese sonido tan especial y característico de Los Secretos a través de las guitarras de Ramón Arroyo y Álvaro Urquijo, el sonido de su Rickenbacker, ese sonido de guitarras de doce cuerdas, los teclados de Jesús Redondo, las voces de Álvaro y Enrique, sus melodías, sus letras, puedo pasarme horas y horas rumiando en las tardes todas las canciones de Los Secretos. Quien no ha escrito el nombre de un amor Sobre un vidrio mojado o ha bebido hasta perder el control por culpa de un desamor mientras se perdía por La calle del olvido.
Gracias a la música de Los Secretos, he descubierto a otros artistas, aquellos que les inspiraron en sus comienzos: Neil Young, Byrds, Gram Parsons o Jackson Browne -este último y Enrique sentían una gran admiración mutua-. También he descubierto, como no, a José Alfredo Jiménez, que tanto apasionaba a Enrique.
Me imagino a Enrique allá donde esté, cantando al son de acordes aún no inventados junto a Antonio Vega, su amigo y alma gemela con quien compartió en algún momento vidas paralelas.
Los Secretos, grupo pionero de la Nueva Ola del pop español y al que se le atribuye el inicio de La Movida con el mítico concierto en homenaje a su primer batería Canito, siguen en pie después de casi 40 años subidos a los escenarios. En su larga trayectoria han sabido sobreponerse a los momentos trágicos de su historia, han muerto y han resucitado de sus cenizas y con Álvaro Urquijo al frente, han sabido mantener vivo el recuerdo de Enrique Urquijo.
Las canciones de Enrique, Álvaro y Los Secretos han aportado muchas emociones a mi vida, me sentía en deuda de escribirles unas palabras.
Gracias Enrique, Álvaro y Los Secretos por vuestra música.
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