Carta abierta al arzobispo de Oviedo
Excelentísimo y reverendísimo señor Arzobispo: tenía la esperanza de que los gestos autoritarios se habían terminado con los cambios en la curia asturiana que hizo durante el mes de julio de 2015.
Sin embargo, con gran tristeza y estupor he leído que no contento con las modificaciones que hizo en la curia de Asturias, a "baculazo" limpio, trasladando a 139 sacerdotes, algunos muy queridos en sus respectivas parroquias. Estos movimientos no fueron bien aceptados ni comprendidos por la gente, por el pueblo de Dios.
El 7 de octubre de este año, y publicado por el diario "Periodistadigital.com", me he enterado del cese de 35 voluntarios que hacían una buena labor en la cárcel asturiana de Villabona.
Da la sensación de que eso de "estuve en la cárcel y vinisteis a mí", para algunos debe ser una metáfora y no un mensaje de Jesús de Nazaret, ya que ha seguido la misma política de ceses sin contemplaciones ni explicaciones con la pastoral penitenciaria de Asturias, que, con el triste e insólito argumento de "no son hombres de Iglesia", los ha echado a la calle.
Había 35 voluntarios que seguían la exigencia de Jesús, visitar a los presos que estaban en la cárcel (Mt. 25-36), organizados en la pastoral penitenciaria de Asturias, y hasta ahora sin queja que se sepa. El Arzobispo y su delegado han decidido que no son gente de Iglesia, entre ellos tres sacerdotes y seis hermanas de la Caridad. Aunque así fuese, debería recordar a Mc. 9-38,39.
Me pregunto: ¿quiénes son hombres de Iglesia? Yo creía que todo bautizado pertenecía a la Iglesia. Véase del Catecismo, entre otros, los números 789 y siguientes. Creo que para decir que alguien no pertenece a la Iglesia (no son gente de Iglesia) primero hay que excomulgarlos, lo que lleva un largo y riguroso proceso nunca sujeto a arbitrariedades. Esto que digo se refiere a los seglares y religiosos. ¿Se puede decir, por las buenas, que unos curas y unas monjas "no son gente de Iglesia"? Esta afirmación parece que quiere resucitar la suspensión a divinis, pues los echa de la Iglesia.
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