El populismo crece como los hongos
Con la victoria de Donald Trump, el planeta se conmocionó. El machista, xenófobo, hortera y beligerante multimillonario ha ganado las elecciones estadounidenses, porque en este mundo en que vivimos el populismo resulta difícil derrotar. No hay nada mejor que decirle a la gente lo que desea oír, máxime si quien recibe el mensaje no tiene demasiada formación. Y si esa gente, antaño clase media y ultraconservadora, está pasando penurias, cuanto más se carguen las tintas contra lo que huela a extranjero, mejor todavía.
Ciertamente, su victoria ha sido democrática, y eso es lo más preocupante. Hillary Clinton, visto lo visto, no era lo más anhelado por la mayoría, a pesar de que significaba el continuismo. La ultraderecha está eufórica, lo que también aterra.
La frase "América para los americanos", ha retomado actualidad. Humo patriotero. Es lo que vendió Trump. Además de misoginia, y odio racial. Ahora les resultará más fácil a los policías racistas tirotear a los ciudadanos de color. En estos tiempos los populistas emergen como hongos.
En España sabemos de qué va la cosa, aunque por fortuna, hemos sido más reflexivos, aunque tardíos a la hora de acudir al encuentro de las urnas.
Por algo formamos parte de la Vieja Europa, y tenemos largos años de historia.
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