Gobernados por filósofos
Nadie pretende, como quería Platón, que los estados sean gobernados por filósofos.
Aquella iniciativa era parte de sus ideas en aquellos tiempos del siglo V antes de Cristo, muy lejos ya de nosotros. Pero no estaría de más que los gobiernos de hoy se encontraran en manos de personas con las ideas claras.
Ahora resulta importante, fundamental, que los líderes mundiales posean profundos conocimientos de economía o de política internacional. Pero la base primordial, que es el saber común, la cultura general o una capacidad clara de raciocinio, parece no contar ya; están fuera de las preocupaciones de cabezas tan privilegiadas. La posición preponderante que proporciona el poder da carta de naturaleza, con cobertura mediática mundial, para los mayores exabruptos y vomitonas de lenguaje y de pensamientos. Inconveniencias que cualquiera de nosotros, efímeros pedestres, hemos de tolerar con amplio aguante y capacidad de rumiado para poder resistir. Por lo visto, la educación superior no es garantía de sentido común.
Ahí van algunas destemplanzas del último presidente republicano de EE UU:
"Si no tenemos éxito corremos el riesgo de fracasar.
Es tiempo para la raza humana de entrar en el Sistema Solar.
No es la contaminación la que amenaza el medio ambiente, sino las impurezas del aire y del agua.
La ilegitimidad es algo de lo que tenemos que hablar en términos de no tenerla.
Creo que estamos en un camino irreversible hacia más libertad y democracia. Pero las cosas pueden cambiar.
Estoy atento no sólo a preservar el poder ejecutivo para mí, sino también para mis predecesores.
Estamos empeñados en trabajar con ambas partes para llevar el nivel de terror a un nivel aceptable para ambas partes.
Sé que en Washington hay muchas ambiciones. Es natural. Pero espero que los ambiciosos se den cuenta de que es más fácil triunfar con un éxito que con un fracaso.
La cosa más grande de América es que cada uno debería votar.
Queremos que cualquiera que pueda encontrar un trabajo sea capaz de encontrar un trabajo.
Uno de los denominadores comunes que he encontrado es que las esperanzas surgen en torno a lo que se espera.
Es importante entender que hay más intercambios comerciales que comercio.
Francamente, los profesores son la única profesión que enseña a nuestros niños.
África es una nación que sufre una increíble enfermedad.
Muchas de nuestras importaciones vienen de ultramar.
Entiendo que la agitación en Oriente Próximo crea agitación en toda la región".
Con estos conocimientos de economía o educación, de geografía o de política internacional, con tales neuronas, en fin, ese hombre dirigió los destinos de su país y nuestro mundo durante ocho años.
Hoy, con la salida a la palestra y la posterior elección de Donald Trump, probablemente vamos a poder contemplar (aun más profundamente) enterrados nuestros deseos de corrección verbal y mental en los políticos.
Siendo testigos de cómo se eleva de nuevo el nivel de la sandez y la necedad.
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