Las recetas de Rosón

Nos desayunamos el sábado 19 con varios titulares acerca de los presupuestos ovetenses de 2017: "Presupuestos históricos". La máquina de propaganda del tripartito no se cansa de vender humo, aire y demás gases sin más contenido que su habitual dialéctica vacía de acciones y argumentos. Escarbando un poco la noticia, se puede concluir ciertamente que sí son históricos, ya que desde la época de Antonio Masip ningún presupuesto tenía menos inversión (apenas 9 millones). Es cierto que están limitados por la losa insalvable del escándalo de Villa Magdalena, de la que inexplicablemente ningún político se ha responsabilizado. Son presupuestos donde se reduce la inversión (generadora de riqueza) y se aumenta el gasto (más funcionarios, más gasto, abrir zanjas aunque sea para cerrarlas al día siguiente). La equivocada y ya superada teoría keynesiana (en época de crisis, más gasto y menos inversión) florece de nuevo. Tiene un parecido preocupante con el famoso y desastroso "plan E" de Zapatero.

El segundo titular, "La remunicipalización ayuda a paliar la deuda de Villa Magdalena", tampoco tiene desperdicio. Si la hipótesis fuese cierta, remunicipalicen todos los servicios y se pagan el chalé y el Calatrava entero. Haciendo un poco de memoria, al principio del proceso de remunicipalización del servicio de recaudación, el médico Rosón, a la sazón concejal de Economía, y la vicealcaldesa declaraban en junio de 2015 que el ente público del Principado nos cobraría poco más de 2 millones al año. El ahorro a lo largo de la legislatura sería de 24 millones. Por una simple división, sale un ahorro de 6 millones al año. Ya en agosto de 2015, según el Alcalde, el presunto ahorro bajó a los 4 millones de euros. A día de hoy, lo sitúan en 3 millones, justo la mitad de lo que calcularon al inicio de la legislatura. Al cocer todo mengua. Y esto, suponiendo que el pleito presentado contra el proceso de remunicipalización (recursos de los trabajadores de la contrata, recurso de los funcionarios del Ayuntamiento de Oviedo y recursos presentados por un trabajador autónomo; como se puede ver, todo el mundo se puso de acuerdo para recurrir) no tumbe el castillo de naipes que ha construido el tripartito. Recordemos que, en otras ocasiones, el Ayuntamiento aplicaba el principio de prudencia y paralizaba los procesos hasta la sentencia judicial. En este caso, no aplican dicho principio. La no paralización tiene elementos comunes con la disparatada actuación de los antiguos gestores del Ayuntamiento ovetense en el caso de Villa Magdalena (la no consignación de 12 millones se convirtió en el pelotazo de 60 millones).

Al final, como los políticos disparan con pólvora ajena, sólo les mueven sus intereses. Por cierto, ahora que están en el Gobierno municipal, y con la ventaja que esto les da, por qué no llevan a los juzgados todo aquello que achacan a los antiguos gestores y se dejan de quejar continuamente por la herencia recibida. Actúen, que para eso cobran de los ciudadanos de Oviedo. Además, los presupuestos parten de la premisa de que el servicio, recién iniciado, con 29 funcionarios interinos, va a tener la misma fuerza recaudatoria que la contrata privada, con 42 trabajadores, casi todos ellos con más de 15 años de experiencia. ¿Alguien se lo cree? ¿Se puede permitir el Ayuntamiento perder ese capital humano? Pues parece ser que sí. Inocentes, incautos y/o simplemente ignorantes. Esas son algunas y/o todas las características del tripartito. De momento, llevamos más gasto, menos inversión y la recaudación en el aire.

Otra mentira más que esconden estos presupuestos es la supuesta creación de puestos de trabajo, concretamente 70 puestos. En declaraciones de los miembros del tripartito, decían que el Ayuntamiento estaba despoblado, humanamente descapitalizado en áreas tales como licencias, empleo, participación ciudadana. Pues bien, de momento, las únicas plazas convocadas son 29 para recaudación, servicio que todo el mundo reconoce que funciona razonablemente bien; crean 29 plazas de interinos y destruyen 42 empleos fijos e indefinidos. Eso se llama una tasa de empleo negativo de -13. ¿Ése es el empleo de calidad que quiere este gobierno? Cuántas veces se ha oído a los partidos de izquierda criticar los contratos temporales y solicitar que se incentivara el contrato indefinido? Otra duda que plantea este proceso es la inseguridad jurídica sobre la que se sustenta. Cuando el juez resuelva, igual el tripartito se entera de en qué consiste la tasa de reposición.

La remunicipalización de los servicios públicos debería orientarse a garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores afectados. Es muy importante que las organizaciones sindicales participen en la fase previa a la remunicipalización velando por la protección de los derechos e intereses de los trabajadores. Se trata, en definitiva, de remunicipalizar los servicios públicos protegiendo a los trabajadores, en la perspectiva de una nueva hegemonía postneoliberal. Esas frases tan grandes y que tan bien suenan están recogidas en la página web del grupo Izquierda Unida de Oviedo (entren en la misma y compruébenlo) y suscritas por Cristina Pontón, una de los tres concejales en el Ayuntamiento del citado grupo. Por decencia y por respeto a los trabajadores, no les mientan más y modifíquenla. Su traición ha quedado lo suficientemente retratada como para que quede, además, reflejada en su página web. Otra opción es poner la verdad: hay intereses mayores que los de los trabajadores. Los suyos.

Y para finalizar, hay que decir que el presupuesto, una vez hecho, hay que llevarlo a la práctica, ejecutarlo. Pues bien, la ejecución del presupuesto del año 2016 hasta octubre ha sido de un 13,20%. Esto quiere decir que se ha quedado sin ejecutar un 86,80%. Esto también es histórico. Nunca se había llevado a cabo menos con tanto humo vendido.