El exceso para compensar el defecto
Antes me evadía de este mondo cane soñando y así iba tirando, pero como ya no tiene sentido soñar, pues no me puedo aguantar y con algo el tiempo he de llenar.
Es por eso que leo los titulares del diario y, como hasta el cabrón sueño me esquiva, cuando me acuerdo escucho de madrugada, un poco, no mucho, a Federico Jiménez Losantos.
Se dan tantos millones de españoles cortos en su españolidad, y con visión aún más corta, que escucho al bocazas FJL, desbocado en lo uno y en lo otro, a manera de antídoto, muy poco eficaz, que alivie mi alienante impotencia ante el hecho irreductible de no poder luchar contra el despropósito ni huir de él.
Me siento, al igual que el poeta, sumido en vano empeño, pues nada más lejano que ser mi propio dueño. De ser yo y mi circunstancia me he quedado sólo en lo segundo. Lo cual, al menos de momento, dicen que todos acabamos por aceptar lo irremediable, me resulta infumable.
Hoy, habiendo ya escuchado al Federico despotricar, entre otras cosas, contra los separatistas, que en sus presupuestos crean partidas para financiar el secesionismo y duplican las ya existentes para el mismo fin, y visto los titulares del periódico, tendré, de ñapa, un par de horas de distracción, mínima, eso sí, porque el partido no da para más, el partido del Madrid. Siempre lo veo con el deseo y la ilusión de que gane.
Soy del Madrid porque soy español y el Madrid es un reflejo fiel de esta España que se cala toda la mierda que no se cansan de echarle tantos y tantos españoles renegados, separatistas y descerebrados y una sucesión de gobiernos que, teniendo la capacidad y la fuerza de la ley y la razón, consiente y alimenta a quienes cagan fuera del tiesto.
Si se produce un enfrentamiento entre ideas irreconciliables profesadas, por un lado por quienes las apoyan con palabras y acciones que se pasan por el culo la legalidad establecida y todo lo que se oponga a su idea, y por el otro por cagainas aprovechados que, teniendo el poder legal y material que el pueblo les ha otorgado para impedir el desmán, únicamente han pensado en tener su culo bien acomodado haciendo concesiones a los separatistas, ¿quién se impondrá a quién? De Perogrullo.
Dentro de nada Cataluña será independiente, dentro de nada y un poquito se anexionará, salvo Vasconia y Galicia que, por supuesto, también serán naciones independientes, lo que hoy es España, ésta habrá desaparecido, los antes españoles pasarán a integrar la raza inferior charnega y el Madrid será un equipo de provincia sin nada que rascar.
Mientras esto llega el Gobierno pondrá todo su empeño, qué jeta, en mantener a flote la nación más pesada del mundo, en vano, porque a pesar del sudor y la sangre de sus gobernantes, España acabará hundida por su propio peso.
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