Empeñados en destruir la historia de IU
En 1979 voté por primera vez, lo hice al PCE, no me arrepiento. En posteriores ocasiones mantuve mi filosofía política, desembarcando en Izquierda Unida. A día de hoy soy militante de esa formación, he estado involucrado con la organización en la localidad donde resido, he formado parte de su consejo político, he concurrido a elecciones municipales en sus listas, he defendido siempre su política en público, he manifestado sin cortapisas mi opinión en el seno interno, discrepando de actuaciones que no compartía, pero asumiendo los acuerdos adoptados. La deriva tomada en los últimos tiempos no me convence, no es la Izquierda Unida de la que yo formaba parte; por eso, en julio de 2015 decidí darme de baja y entregar en mi organización carta explicativa y carné de afiliado. Aun así, continué pagando la cuota porque, a pesar de haberlo comunicado en la carta, se me siguió pasando, es algo que no me preocupa. No obstante, da lugar a creer que no hay mucho rigor en la organización. Ahora me lo replantearé. He dejado muy claro que siempre apoyaré a los compañeros/as de mi localidad, lo mantengo, pero creo que ahora la dirección que intuyo va a tomar Izquierda Unida en Asturias, acorde a la federal (es una pena que IU no tenga diputados en el Congreso, pero decidieron no presentarse a las elecciones y es lo que hay), no merece que yo siga en sus filas. Por mucho que se insista en mantener la independencia y defender nuestra identidad, los pasos que se dan y las palabras que se dicen invitan a creer en otra cosa. No es ésta la Izquierda Unida en la que yo creo, por la que aposté y para la que trabajé dentro de mis limitaciones. Nos faltan políticas y nos sobra algún político en nuestras filas. Aguantamos los envites con todas nuestras fuerzas, superando día a día las vicisitudes, pero llega un momento en que notas que has perdido toda confianza en determinados compañeros/as, y en esa tesitura no es deseable continuar. Es triste acabar así toda una andadura política y siento pena por algunos compañeros/as, que merecían otra cosa, pero si el empeño es destruir nuestra historia, yo no voy a formar parte de ello y prefiero estar fuera.
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