Habitación 900
Estas letras no son mías, son tuyas.
Gracias por cuidarme, siempre uno piensa en un Hospital como un sitio sin alma, lleno de gente corriendo, en pruebas dolorosas, pastillas e inyecciones, qué lejos de la realidad.
Mi planta la 9º, es mía, muchos días, tantos, que ya no cuento. Me quiero ir para casa, pero por otro lado donde iremos la mi muyerina y yo; Capi tienes que aprender a poner esta mascarilla nueva.
Bueno no pudo ser, se terminó.
¡Pero!, como cada una de vosotras me limpió, con que cariño, me dabais la medicina como yo quería, y acompañasteis a mi familia para que nunca se sintieran solos.
Agradecer es poco, no fui el 900 sino Guillermo, con nombre, apellido, cariño y paciencia a raudales.
No puedo dejar a nadie sin nombrar, quisiera decir el nombre de todas las personas que trabajáis en la planta, pero la falta de uno de vosotros sería imperdonable por mi parte.
Quisiera hacer una mención especial a la Doctora Clemente, capitana de esta batalla, que luchó por mí más que yo mismo, y como no, a mi enfermera más especial, Capi, mi mujer, que no tenía turnos, fue, y será siempre mi compañera y mi bastón para la vida.
Gracias, soy como soy, mi fuerte nunca fueron los besos, pero hoy, desde aquí, quiero besar a cada uno de los míos por y para siempre.
Guillermo. Habitación 900
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

