La realidad frente a la demagogia
El domingo 11 de diciembre LA NUEVA ESPAÑA publicaba unas declaraciones que el secretario de Protección Social de CC OO, don Carlos Bravo, hacía al periodista de este diario don Luis Gancedo, sobre la actual situación de nuestro sistema público de pensiones, que en mi opinión, es de lo más sensato y ajustado a la realidad sobre este tema, que he leído y escuchado últimamente.
Este señor, siempre según mi opinión, da la impresión de dejar ideologías a un lado y tratar de ser lo más realista posible en analizar tan delicado tema. En mi opinión, abundan las publicaciones de opinantes súperpolitizados, a los que los árboles de la ideología no les dejan ver el bosque de la realidad, y acaban ligando el actual problema de financiación de nuestro sistema público de pensiones con el color del partido que en este momento tiene la responsabilidad de gobernar nuestro país. Se olvidan, entre otras cosas, que este Gobierno del que podremos rechazar muchos comportamientos y actitudes está haciendo frente a un sinfín de problemas heredados y respondiendo a unas exigencias de la UE que como socios que somos de dicho organismo europeo tenemos que cumplir, para bien y para mal. Posiblemente habrá otras maneras de hacer política, y cada uno según nuestra manera de ver las cosas, podremos o no, estar de acuerdo o desacuerdo con lo que estos hacen, pero yo en estos casos siempre recurro a la aritmética, que aunque la estudié superficialmente hace muchos años en aquellas enciclopedias de la escuela de posguerra me dejó bien grabado y claro que dos más dos siempre son cuatro. Algunos parece que no llegaron ni a eso, y pretenden, según les convenga en cada caso y momento, decirnos que son tres o son cinco. Por ahí andan publicadas opiniones tan fuera de lugar como que el Gobierno está metiendo la mano en la llamada hucha de las pensiones o Fondo de Reserva de la Seguridad Social, cada vez que han de pagarnos a los pensionistas una de las dos pagas extra anuales y no hay dinero recaudado vía cotizaciones suficiente para hacer frente a dichos pagos, como si esa medida fuese un capricho de la ministra del ramo, que una mala mañana despierta con la fijación de fastidiarnos a todos y estropear un poco más las cosas de lo que aún ya están. ¿Qué pretenden, que no nos paguen? ¿O tendría que endeudarse el Estado aún más de lo que está, en deuda pública para pagarnos las extras, cuando aún dispone de esa reserva que supone el Fondo? Seamos sensatos y entendamos de una vez por todas que milagros los hizo aquel al que crucificaron hace dos mil y pico años, lo actual es administrar bien o mal las cuentas, y tener en cuenta que de donde no entra, no puede salir. Las cotizaciones actuales a la Seguridad Social no alcanzan para pagar las pensiones. No sé cuál es la solución, pero sí sé que no se solucionan con planteamientos demagógicos y politiqueo partidista. Este es un problema a solucionar por los expertos y no por los charlatanes de uno u otro signo político.
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