Navidad adelantada
Recuerdo que de pequeña la Navidad empezaba el día 22 de diciembre. Cuando las clases habían terminado, las vacaciones de invierno empezaban y junto a mis padres, escuchaba como los niños de San Ildefonso hacían felices a miles de personas.
Ahora no sabría situar en que día comienza. En muchas ciudades las luces llevan adornando nuestras calles desde noviembre, en otras lo hicieron a comienzos de diciembre. Papá Noel junto a los emisarios reales, ya están visitando nuestros centros comerciales y tiendas más importantes. Se escuchan villancicos y panderetas por las avenidas. En nuestras casas ya hemos sacado pesebres, árboles y guirnaldas. Los escaparates se han teñido de dorado, rojo y verde.
Parece que tenemos tantas ganas de que llegue el reencuentro con nuestros familiares, los regalos que nos esperan, las cenas y las comidas copiosas, que no vemos el momento de empezar con todo.
No sé si este adelantamiento progresivo se debe al impulso del comercio que intentan dar algunos ayuntamientos, a que se nos activa antes el espíritu navideño, o a la necesidad de equipararnos con nuestros vecinos anglosajones. Sólo sé que cada vez es Navidad antes, y quizá esta situación, desvirtúe el real significado de estas fechas en pro de un capitalismo subyugante. Felices fiestas a todos.
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