El chiringuito
Durante años estuvo abierto el chiringuito de Cancienes a cargo de la Sociedad Deportiva. El chiringuito es propiedad municipal y fue cedido en su momento a la asociación de vecinos, que, a su vez, lo cedió a la Sociedad Deportiva, encargada de organizar las fiestas. Desde el principio, hubo problemas; detrás de la imagen festiva que podría haber dado el chiringuito siempre hubo un telón de opacidad absoluta. El chiringuito compitió con el resto de bares de Cancienes en clara ventaja, al estar libre de muchas de las cargas fiscales que el resto soportaba. Esto se justificaba supuestamente por la ausencia de ánimo de lucro por parte de los dirigentes de la Sociedad Deportiva. Es difícil seguir sosteniendo ese argumento cuando es prácticamente imposible acceder a unas cuentas que muy pocas personas han visto; ¿qué se esconde detrás de la negativa a hacer públicas esas cuentas? Por otro lado, el incumplimiento de las normas por parte de los gestores del chiringuito fue continuo, desde la venta de tabaco sin licencia hasta el incumplimiento de los horarios de cierre (provocando denuncias de vecinos, molestos por el ruido). En mi caso, denuncié ante Inspección de Trabajo y ante Hacienda la situación. Es obligación de cualquiera que gestione una actividad económica tener de alta en la Seguridad Social a los trabajadores y estar al día con las obligaciones tributarias. ¿Era así?, todo parece indicar que no.
En todo este tiempo el responsable último de la concesión, el Alcalde, estuvo al corriente de todos estos incumplimientos y siempre miró para otro lado, intentando a lo sumo poner algún que otro parche de vez en cuando, pidiendo a la Sociedad Deportiva que no vendiese tabaco sin permiso, y gestiones de ese estilo, siempre sin entrar en el fondo de la cuestión. El último año el Ayuntamiento sacó a concurso la gestión del chiringuito, un concurso que cualquiera podría pensar que se hizo a medida de la Sociedad Deportiva: el escaso plazo para presentarse y las condiciones hacían imposible que nadie les disputase la gestión.
En el transcurso de las últimas fiestas, se anunció una renovación en la sociedad de festejos, vinculada estrechamente a la Sociedad Deportiva. Finalmente, ésa es la herencia dejada: las fiestas, con el futuro en entredicho, y sobre todo las cuentas, nada claras.
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