Por el respeto y educación de las aficiones del fútbol
Vaya por delante que no soy una experta en fútbol por lo que puedo cometer algún error a la hora de expresarme o usar algunos términos. Sí soy una aficionada y seguidora del Alevín B del C.D Tineo porque me ha tocado tener un hijo que vive y disfruta del deporte en general pero sobre todo del fútbol. Su gran afición y su sueño, como el de muchos niños, es el de ser futbolista de un equipo grande y famoso. Ni su padre ni yo le hemos negado su sueño y desde los tres años está aprendiendo y jugando al fútbol en el C.D. Tineo pero al mismo tiempo intentamos mentalizarlo de lo difícil, por no decir imposible, que es que su sueño pueda cumplirse. Por ello, siempre le insistimos en que estudie y busque otras alternativas y por encima de todo disfrute del fútbol.
El pasado sábado 3 de diciembre el Alevín B se enfrentaba en el campo de Tineo al C.D. El Quirinal. Todo parecía normal. Un buen día, soleado, con calor incluso para esas fechas, agradable para jugar y ver un partido, con planes para cuando terminase volver a juntarnos en distintos bares de Tineo para ver otro, el derbi, éste ya por la televisión. Como digo, todo normal. Sabíamos que iba a ser un partido igualado porque afortunadamente aquí también tenemos acceso a la información. Sabíamos que los dos equipos tenían los mismos puntos y que tenían un jugador más destacado en goles. Los niños empezaron a calentar. Reconocimos a algunos jugadores del Quirinal porque ya nos habíamos enfrentado a ellos al menos en los últimos dos años jugando en sala.
Cuando se acercaba la hora del comienzo del partido entró en el campo la afición del Quirinal. También nos dimos cuenta de que recordábamos a algunos aficionados y no precisamente por su amabilidad o buen trato en el pasado. Bueno, tranquilos, nos dijimos, puede ser diferente hoy. No lo fue.
En los últimos seis años que llevo acudiendo a los campos, nunca me sentí tan mal y me dio tanta pena de los niños, de los dos equipos. Por eso me he decidido a escribir esto. Por eso y por si mi pequeña aportación pudiese servir para que en lo sucesivo las aficiones que cada sábado acudimos a los campos a ver a nuestras figuras podamos entender que ellos son los protagonistas y que debemos animarles sin entrar en discusiones y malas formas. No olvidemos que somos un espejo para ellos. Seguro que no disfrutan al vernos así enfrentados.
El partido comenzó con las dos aficiones repartidas en pequeños grupos y los niños jugando bien, tranquilos. Desde fuera del campo, a parte de varios gritos de ánimo solo se escuchaba a un aficionado del Quirinal dirigiendo a los niños del equipo como si del entrenador se tratase. Parecía estar transmitiendo o radiando las jugadas, particularmente las de su equipo, y lo que según su apreciación iba transcurriendo. Todo en un volumen bastante alto (felicitarle desde aquí por su potencia de voz) para ser bien oído por los niños, por nuestra afición y también por la persona que dirigía el partido. Unos cuantos corner, sacamos cuando el balón había salido por la banda o varios más adelante que ese no la llega al medio del campo sirvan de ejemplo. Daba órdenes a cada niño, cómo debía hacer y a quién pasarla.
Afortunadamente para el Tineo, empezó marcando su primer gol y poco después llegó el segundo. Terminó la primera parte con ese resultado pero los ánimos de la otra afición estaban ya demasiados alterados. Tras el comienzo de la segunda parte y después de diez o quince minutos sin goles, el ambiente se fue caldeando más y más. Por fin el Quirinal consigue marcar después de un error arbitral, ya que desde nuestro punto de vista era un fuera de juego bastante claro. Parte de la afición del Tineo también protestó e incluso lanzó alguna palabra malsonante a la persona que dirigía el partido.
No habían pasado cinco minutos y después de una jugada peligrosa del Quirinal los niños (de los dos equipos) ya estaban iniciando una nueva cuando de repente, un penalti en contra del Tineo. Sorprendió a todos. Hasta los mismos niños del otro equipo se mofaban y decían que pringados, no fue penalti. El penalti se convirtió en el segundo gol lo que provocó las acaloradas protestas de la afición del Tineo, contra el arbitraje, claro está. Fueron unos momentos que yo recuerdo muy bochornosos sobre todo porque una vez más nos olvidamos de los protagonistas de la tarde, los niños. Ya casi al final, el Quirinal marcó otro gol y ganó el partido. Felicidades.
Posiblemente dirán lo mismo de nosotros pero sinceramente los comentarios de la afición del Quirinal a lo largo del partido no los había oído nunca. Se dirigieron con desprecio a esos abuelos mayores, estaban mejor en casa, lo que no han disfrutado de los hijos quieren hacerlo ahora con los nietos, nos dijeron que vivís entre lobos, insultaron a personas concretas con varios barrigudo gilipollas, etc.
Me gustaría también añadir un detalle que no debería tener ninguna importancia pero la tuvo. La persona que dirigía el partido era una mujer, una chica joven que no parecía tener mucha experiencia y que demostró gran indecisión. Influyó mucho, como lo habría hecho un hombre en las mismas condiciones, en el mal ambiente generado. Yo como mujer, defiendo que podemos ejercer cualquier profesión como un hombre pero le aconsejaría a esta chica que si se quiere seguir dedicando al arbitraje debe prepararse físicamente para estar encima de las jugadas y no pretender verlo todo desde la zona cómoda del centro del campo, para no tener que esperar a ver quién va a por el balón para indicar el saque a favor o para tener que ir a preguntar al niño si le han empujado para pitar el penalti relatado anteriormente. Es de suponer que conoce el reglamento pero, además, debe aplicarlo con contundencia, sin miedo y sin dejarse influir por lo que le estén diciendo. También puedo intentar ponerme en su lugar días como ese sábado y es cierto que no debe ser agradable.
No me sentí bien cuando desde nuestra afición le dedicaron algún tonta, boba, payasa y no me sirve de consuelo que si hubiese sido un hombre se le habría llamado tonto, bobo, payaso. Tengo en la memoria a una chica joven de la afición del Quirinal que nos reprochaba que como es mujer, se le puede insultar. A esa aficionada le diría que pienso lo mismo que ella pero al mismo tiempo creo que también debería escuchar que casi a su lado un aficionado de los suyos le soltó un qué bien tocas el pito, tendrás contento a tu novio, comentario que sonó tan asquerosamente machista que merecía que quien dirigía el partido lo hubiera parado o quizá hasta suspendido como se hace cuando hay expresiones racistas.
Al final, de toda esta historia, prefiero quedarme solo con cuatro cosas. Hablo de la parte que me toca, la del Alevín B del C.D. Tineo, pero me gustaría que también fuese igual para el Quirinal y cualquier otro grupo y categoría de la competición asturiana.
La primera, los grandes protagonistas, los niños. Un grupo de amigos y compañeros de cole que se juntan a entrenar y jugar por su gran afición al fútbol, sin ninguna recompensa más que la de disfrutar, que saben ganar pero también saben perder y que cuando salen del vestuario después de haber perdido, a los diez minutos ya están jugando de nuevo, si es posible con un balón.
La segunda, los entrenadores. En nuestro caso es un chico joven, también jugador de otra categoría superior. No se si cobrarán mucho, poco o nada. Creo que más bien lo hacen por ayudar a los clubs y por su gran afición. Por cierto, también reciben insultos. El borrego que le regalaron ese día es un ejemplo.
La tercera, la afición. Acompañamos a nuestros hijos cada sábado y también a algún que otro torneo, animándoles a todos por igual, sin destacar a unos más que a otros (hombre un poco más animamos al que nos toca). Salvo en muy contadas ocasiones, en estos años que llevamos saliendo por los campos dudo que otras aficiones nos recuerden mal.
Por último, con la actitud de un hermano mayor, también jugador en otra categoría. A pesar de reconocer que teníamos razón ese sábado, nos regañó a todos, incluso a sus abuelos y a su padre, por haber entrado al trapo en las discusiones y porque lo único que habíamos conseguido había sido sacar a los nenos del partido. ¡Qué razón tenías! Nos servirá de experiencia.
Añado para finalizar un toque de atención a la Federación Asturiana de Fútbol, a los Clubs y al Colegio de Árbitros de Asturias, para que también sean conscientes de su parte de culpa, su responsabilidad ante estas situaciones y pongan todo su empeño en que cada vez se den menos casos de violencia en el fútbol.
El sábado que viene, volveremos a animar. Solo a animar.
Susana García Pérez
Tineo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

