Padres en el punto de mira
A raíz del revuelo mediático que se ha creado entorno a la verdad sobre el Caso Nadia, me planteo las consecuencias indirectas que acarreará.
Consecuencias que recaerán, con todo su peso, sobre las espaldas de padres que de verdad necesitaran a los medios para que las enfermedades de sus hijos se visibilicen, investiguen, se puedan tratar en otros países, o simplemente tengan una atención sanitaria digna.
Además de su lucha personal, estos padres tendrán que rendirse ante la lupa de medios y opinión pública. Sus casos serán estudiados con detenimiento, ya que se verán sometidos a un control exhaustivo, con numerosas trabas para acceder a las pantallas y corazones de los espectadores. Los medios, en su afán por guardar las apariencias y mantener la credibilidad, les harán rendir cuentas por sus propios errores.
Dicen que de los errores se aprende. Pero, ¿quién es más culpable, el que no investiga, persigue la objetividad, o contrasta datos por mantener una buena noticia en el candelero; o el que se beneficia de la poca profesionalidad de los medios e incurre en delito de fraude?.
Perdonad que os diga, pero yo me he sentido defraudada y estafada por los medios. Ellos hacían correr la historia de Nadia como la pólvora por todas las redacciones, y ahora claman al cielo, entonan vagos mea culpa, o se rasgan las vestiduras al evidenciarse la realidad.
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