Fernando Hierro no da la talla
Después del "motín" propiciado en la plantilla del Real Oviedo la temporada pasada para echar a Sergio Egea, cosa que no consiguieron, pues él mismo dimitió al observar que estorbaba, el Grupo Carso se está especializando en contratar entrenadores sin ningún tipo de experiencia.
Como consecuencia de la dimisión de Sergio Egea aparece Arturo Elías para solucionar el problema que se había presentado y decide que el entrenador debe ser Generelo, pues, según sus palabras, lo consideraba lo suficientemente capacitado para llevar a buen puerto la labor que se le encomendaba. Los resultados son de sobra conocidos: fiasco total. Termina la temporada y aparece Joaquín del Olmo para anunciar que el Grupo Carso está dispuesto a contratar a un entrenador con historial deportivo contrastado y experiencia en la categoría y, ¡oh, sorpresa!, el elegido es Fernando Hierro, que, lógicamente, como entrenador no puede aportar nada ya que no entrenó a ningún equipo. Como aval deportivo se nos dice que fue segundo entrenador de Ancelotti. Yo esto de segundo entrenador lo equiparo a tener que ir a "fichar" todos los días para dar una vuelta por los entrenamientos y ver qué pasa... Indudablemente, lo que sí consiguieron fue el fichaje de un personaje todo lo mediático que se quiera pero como entrenador nada puede aportar. Es cierto que como jugador aporta un historial de lo más completo, pero una cosa es jugar al fútbol y otra muy distinta entrenar.
Habiéndose disputado 19 jornadas de Liga, creo que hay elementos de juicio suficientes para poder analizar la situación real del equipo desde que está en manos de este entrenador. La realidad es que el equipo no juega absolutamente a nada. No hay un sistema de juego definido, todos los partidos son un auténtico tostón y, además, tenemos que soportar sus "inventos" tácticos, tales como jugar sin extremos, amén de las alineaciones que presenta. En ocasiones da la impresión de que "premia" a los del "motín", leáse los Fernández, Erice, Li-
nares. No se entiende muy bien que jugadores como Jonathan Vila y Peña no tengan minutos y, sin embargo, los tiene Óscar Gil, que no está ni para jugar en Regionales. Ignora totalmente a la cantera. El mejor ejemplo es el ostracismo al que tiene sometido a Diegui Johannesson.
Es lamentable que salga a defender públicamente y alabar a Verdés por el hecho de haber pedido perdón por su expulsión en Zaragoza. Como entrenador, tenía que ser el primero en tomar medidas disciplinarias con este jugador, que es reincidente. No olvidemos que desde que es jugador del Oviedo fue expulsado en cuatro ocasiones. Jugadores de estas características dañan y mucho la imagen del club. ¿Qué imagen da a los niños este jugador?
Hecho este análisis, creo que esta temporada a lo único que se puede aspirar es a mantener la categoría, pues no se vislumbra en el horizonte poder conseguir cotas mayores.
Queda por disputarse toda la segunda vuelta y hay tiempo suficiente para rectificar, pero para ello hay que poner empeño y voluntad de hacerlo. Está en manos del Grupo Carso llevarlo a cabo.
Alfonso Muñiz Solís, socio número 287
Oviedo
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