Navidad ¿tener o ser?
Vuelven estas fechas y me hago preguntas otra vez. La celebración de la Navidad es en estos tiempos una avalancha de personas que abarrotan las calles o pasan horas a la mesa. No se detiene un bullicio y un consumo que manosean la felicidad convirtiéndola en un imperativo. Surgen de inmediato los prejuicios de la pobreza y la riqueza, lejos de una actitud filosófica que pueda ser un punto de partida para nuestra sociedad. No hay momento del año en que se gaste tanto: por un lado, comida y bebida tomadas por costumbre; por otro, donaciones de alimento y ropa para los más desfavorecidos, y por el otro, regalos que trascienden también los ámbitos navideños. El primer y el tercer caso son muestra inequívoca de cómo el tener es un auténtico tirano.
Los gastos desmesurados y sistemáticos que se producen en Navidad nos reflejan que la gente no sabe divertirse gratis. Y esta falta de imaginación es precisamente una de las causas de tanta desproporción social, de tanta necesidad básica no satisfecha, de tanta desesperación ante lo mucho que dar y que cubrir. La multiplicación de cosas y de carencias se agolpan desencadenando frenesí y estupor. No se puede vivir con la acechante sombra de que hay que estar lleno, de que no hay más remedio que estar en guardia para que en ningún instante falte nada. Esa ansia de plenitud es una patología con que desde afuera nos martillean. Ahí fundamentan muchos la felicidad, en que todo ya está satisfecho.
¿Acaso no es admirable para una Navidad un mensaje que abogue por un no necesitar como virtud? A menudo pienso que aprender a no necesitar es un maravilloso camino de perfeccionamiento. Ser consciente de cuanto no nos hace falta es agrandar el campo de la inteligencia y enriquecer nuestra vida. El no necesitar individual florece en un dar
colectivo. Es cuando el tener da paso al ser, y siendo sentimos una paz interior que al - compartirla se hace luz. Por eso, me gusta decir esta frase: “Gracias por haberme dado la oportunidad de comprender que en el fondo nada es imposible”.
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