Gatos envenenados en Mieres
El pasado 10 de noviembre don Sabino Álvarez Pazos alertaba en esta sección del envenenamiento de gatos en Mieres, preguntándole a los exterminadores qué daño les hacen estos animales y haciendo ver a todos el peligro que puede ocasionar a los niños el veneno en la vía pública. Los vecinos de la calle Rosalía de Castro que, según don Sabino, colocan el veneno, parecen ignorar que la ley del Principado protege a los gatos callejeros, concretamente la ley 13/2002 de 23 de diciembre de Tenencia, Protección y Derecho de los Animales. Dicha ley dice en su artículo 6 que se prohíben los malos tratos a los animales y en su artículo 19 nos indica que los gatos errantes que vivan en grupo se deben capturar, proceder a su esterilización y devolverlos al mismo lugar. La identificación y censo se realizará a nombre del Ayuntamiento respectivo, al que competen la vigilancia sanitaria y el control de estas poblaciones.
Aparte de esta ley, el maltrato animal con ensañamiento causándole la muerte está tipificado como delito en el artículo 337 del Código Penal y tanto los cebos envenenados como los cuerpos sin vida de los gatos son más que suficiente para avisar al Seprona. El Ayuntamiento de Mieres debería tomar ejemplo de Castrillón, que además de ser el primer concejo del norte de España declarado oficialmente antitaurino y amigo de los animales está llevando a cabo una campaña de esterilización de gatos errantes con el objetivo de mermar la proliferación de felinos vagabundos. Esta campaña se realiza tras el acuerdo al que llegaron la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Castrillón y la Asociación Carácter Felino. Aparte de que a los gatos callejeros les protege la ley, ilustres personajes en la historia dejaron frases célebres dedicadas a los felinos como Leonardo da Vinci (El más pequeño gato es una obra maestra), Mark Twain (Si se pudiera cruzar al hombre con el gato sería una gran mejora para el hombre) o Briggitte Bardot (Por supuesto que se puede querer más a un gato que a un hombre. De hecho, el hombre es el animal más horrible de la creación). No olvidemos tampoco las palabras de Hipócrates (El alma es la misma en todas las criaturas aunque el cuerpo de cada una es diferente). Efectivamente, otra cosa es que nosotros (animales humanos) consideremos a los animales no humanos diferentes para nuestro interés y aprovechando nuestra superioridad se les explote, humille, torture y asesine.
Pilar Fernández
Avilés
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