A ojo de buen Cubero
A la infantería podemita le cayó la lotería del niño anticipada: Rita Maestre no pagará la multa por la escandalera que montaron en la capilla de la Complutense: entraron en tropel, se desnudaron parcialmente descubriendo los senos, y sobre el terso pergamino de sus torsos se pudo leer Puta, Bollera, Borracha, y otras variantes del feminismo militante; gritaron amenazas (Arderéis como en el 36) y procacidades (Contra el Vaticano, poder clitoridiano, El papa no nos deja comernos las almejas).
Pero profanación no la hubo porque a juicio del ponente, el juez Cubero, no pasaron al acto físico. No quemaron la capilla ni mataron al capellán. Menos mal. Con que Rita se hubiera aliviado de aguas menores, ya se podría hablar de profanación, al implicar la intervención del cubo y la fregona. Pero que se alivie el busto, liberando las téticas agudicas que el brial quieren romper, nos traslada al romancero y al bucólico reclamo de la siringa pastoril. Hasta el arzobispo tenía perdonada a la imputada, advierte el juez. Todos hemos tenido 18 años, dicen que dijo monseñor.
Durante estos meses de tribulación, Maruja Torres, Pilar Bardem, Cristina Almeida, Manuela Carmena y otras chicas del montón le prestaron a Rita Maestre un sostén (nunca mejor dicho) sin desmayo (por decirlo de alguna manera). El día que estas meritorias damas le monten un stripteasse en la Almudena, pensará el arzobispo con más razón que un santo: Todos/as vamos teniendo 70 años. Carmena y Colau viajaron recientemente a Roma. ¿Para afirmar frente al Vaticano el poder clitoridiano? Dado que lo cortés no quita lo valiente, no dejarían de advertirle a su Santidad que, con permiso o sin él, las almejas se las comerán sí o sí.
La troupe que asaltó la capilla y la que impidió la conferencia de Rosa Díez salieron de la misma factoría: del taller de teatro experimental o de expresión corporal, o de tócamerroque, dirigido por el polifacético comandante Iglesias. Es obvio que la única libertad malparada en ambos episodios fue la de los creyentes a rezar y la de Rosa a pronunciar su conferencia. Es obvio que a Podemos le son más útiles sus jueces en los tribunales que en el parlamento. Es obvio que la libertad de expresión que defiende Podemos con sus jueces es la de taparnos la boca a los demás. Quien no lo vea claro que pida cita al oculista.
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