Más que una costumbre es una concepción de la muerte
La tradición de celebrar el funeral con el cuerpo del finado presente metido en un féretro está en las bases primordiales del pensamiento cristiano. Más que una cuestión de costumbres se trata de lo que es la muerte y lo que es la muerte para una persona de fe.
El que el difunto no esté presente en su misa funeral nos hace tanto daño porque afecta a nuestras creencias.
Ejemplo: Mi marido murió el sábado 23 de diciembre a las 16.15 horas en el Hospital y estuvo hasta el lunes día 25. Con un breve responso de 10 minutos lo llevamos a enterrar. ¿Por qué?
¿Dónde le dejaron su pundonor? Sólo se muere una vez. No digo esto porque mi marido como tantas otras personas fueran importantes, sino porque ese cuerpo ha sido bautizado, recibió eucaristía, es miembro de Jesucristo, por lo que cada cristiano debe ser tratado con reverencia.
Pero teólogos, psicólogos y clero tiene la Santa Madre Iglesia. Por cierto, bastantes prosaicos.
Los actos religiosos celebrados en las iglesias cada día tienen menos adeptos. Da pena verlas tan vacías.
Yo les digo que los representantes de la Iglesia son un fiasco.
El clero no se renueva, no avanza, no va con los tiempos y han quedado obsoletos.
No hay vocaciones, estoy de acuerdo.
Pero qué me dicen de las monjas, ¿no están preparadas para tales oficios?
Cuando las mujeres en todos los ámbitos de la vida hacen las mismas tareas que los hombres y en infinidad de veces con más responsabilidad, diligencia, dignidad, templanza, orden y justicia.
En fin, no quisiera acabar así pero es lo que hay. Nuestro Papa actual, Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, es hombre y como tal, machista.
Lleva en el Vaticano dos años y nos dijo: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”.
Ha tenido un encuentro histórico con el presidente israelí, Simón Peres, donde ha dicho: “Para conseguir la paz se necesita mucho más valor que para hacer la guerra”. Vacías palabras pues no se ponen en valor. Así estamos. ¿Llegará un día el cambio?
Chelo Fonseca
Viuda de Tito Arrojo, Pola de Siero
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