La Nueva España » Cartas de los lectores » El mono, la pistola y la recaudación

El mono, la pistola y la recaudación

5 de Enero del 2017 - Alberto Fernández Gayol (OVIEDO)

Que el hombre procede del mono es una verdad irrefutable; parece ser que nos hemos perfeccionado un poco más, tenemos un lenguaje un poco más rico, menos pelo y, en general, estamos más socializados. Pero todavía quedan ejemplos evidentes de la teoría de Darwin en nuestros días; uno de ellos es el referido al servicio de recaudación de Oviedo (en este caso, me aventuro a decir que es el mono el que procede del hombre).

Para aquel que no siga el proceso de recaudación, y para no caer pesado, se lo defino brevemente: es Oviedo la única ciudad de España donde un gobierno de izquierdas desprecia, insulta y despide a los trabajadores de una contrata, supuestamente en aras a la vuelta a lo público del servicio; creyeron haber encontrado la pócima mágica, bebiendo de ella poblarían el Ayuntamiento de un montón de funcionarios, burlando la tasa de reposición, con unas disparatadas oposiciones de interinos (primer caso de España en que se tumban unas oposiciones antes de salir las notas), hasta que los jueces cautelarmente les hacen volver a la realidad. Una vez pasó ese subidón y ese bajón posterior, se sacan de la manga un sistema mixto, medio externalizado, medio público, que a saber dónde nos llevará, preparado para irritar al contribuyente más paciente (sitios sitios diferentes dependiendo del trámite municipal), arrastrando a funcionarios a ese servicio, completándolo con trabajadores del plan de empleo, con seria escasez de medios y de personal y pendiente de decisiones judiciales.

¿Y por qué se ha producido esta situación? La explicación es que alguien le ha dado una pistola a un mono, y éste, como animal irracional que es, ha empezado a disparar. El señor Rosón está provisto de un arma de destrucción muy potente (la concejalía de Economía); su ignorancia supina en el tema, su verborrea barriobajera y su extremismo antisistema lo convierten en bastante peligroso. Pero el culpable de la situación no es él. En primer lugar, quien le puso la pistola en las manos a la criatura. Éste no es otro que don Wenceslao López, que en su afán casi orgásmico de conseguir la Alcaldía (recordemos que obtuvo los peores resultado del PSOE en la historia de Oviedo) claudicó y aceptó todas las condiciones, ante la urdidora del plan, doña Ana Taboada. Pero una pistola sin cartuchos no vale para nada; la mitad del cargador se lo dieron los concejales de Izquierda Unida en el Ayuntamiento, doña Cristina Pontón y don Iván Alvarez; estos dos eran en tiempos pretéritos firmes defensores de los trabajadores (Cristina proviene de Sedes e Iván, de Parques y Jardines; por cierto, doña Cristina pertenece a la Asamblea de Trabajadores en Lucha, menuda ironía, y don Iván estuvo acampado en el Parque San Francisco cuando fueron despedidos trabajadores de una contrata: casi supera a la ironía anterior); como buenos grouchomarxistas, antes tenían unos principios y ahora tienen otros. Sólo ustedes sabrán por qué dejaron tirados a estos trabajadores, pero desde fuera la percepción está clarísima. Cuando se prueba el poder, es difícil no caer en la tentación.

Pero a todo este batiburrillo le falta todavía alguna bala más; ésas fueron proporcionadas por los altos funcionarios municipales, que con sus silencios y sus informes han ayudado a esta aberración; deben recordar estos funcionarios que al final los políticos pasan, se van de rositas, vienen otros, pero a ustedes les tocará seguir y quizás algún día dar explicaciones y asumir responsabilidades (en la irrisoria "comisión Aguagest" de momento sólo comparecieron los funcionarios).

Y de momento, el mono sigue disparando. Esperemos que se le acaben pronto las municiones. O se dispare en un pie.

Cartas

Número de cartas: 45901

Número de cartas en Septiembre: 5

Tribunas

Número de tribunas: 2079

Número de tribunas en Septiembre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador